Hermosillo, Son. Ante el incremento de casos de dengue en distintas regiones del estado, la Secretaría de Salud de Sonora ha desplegado una de las campañas de fumigación de los últimos años, con más de 154 mil hectáreas intervenidas en 283 localidades, utilizando 52 mil litros de insecticida como parte de las estrategias de control del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad.
La Secretaría de Salud informó que las brigadas del Programa Estatal de Vectores han trabajado de manera continua tanto en zonas urbanas como rurales, priorizando las áreas con mayor densidad poblacional y presencia del mosquito. Los operativos se reforzaron en municipios clave como Hermosillo, Guaymas, Empalme, Cajeme y Navojoa, así como en comunidades yaquis, con apoyo del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece). En esta fase se intervinieron más de 75 mil hectáreas adicionales.
Entre las localidades: Vícam, Pótam, Bácum, Guásimas y Ciudad Obregón, donde se realizaron hasta cuatro aplicaciones de insecticida en sectores considerados de alto riesgo. De forma paralela, las brigadas mantienen labores de control larvario y termonebulización en zonas con circulación activa del virus, especialmente en el sur y centro del estado.
Actualmente, el operativo estatal contempla la nebulización de más de ocho mil hectáreas por semana y la termonebulización de 800 hectáreas, acciones que se ejecutan principalmente al amanecer y al atardecer, cuando el mosquito adulto se encuentra más activo.
La dependencia estatal recordó que las fumigaciones tienen un efecto temporal, pues eliminan solo a los mosquitos adultos que se encuentran volando al momento de la aplicación. Por ello, el verdadero control del dengue depende de las acciones preventivas dentro de los hogares.
Por ello, la Secretaría de Salud insistió en la importancia de que la población mantenga patios y azoteas libres de agua estancada, lave y tape recipientes, cubetas y tinacos, y elimine objetos inservibles que puedan convertirse en criaderos. “La participación ciudadana es fundamental. La fumigación ayuda a reducir la población del mosquito, pero el éxito depende de la limpieza en los hogares”, reiteró la dependencia.