Nuevo Laredo, Tamps. La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) informó avances significativos en el saneamiento del río Bravo, gracias a los trabajos de rehabilitación de la planta de tratamiento de aguas residuales en Nuevo Laredo, la cual registra un 85 por ciento de progreso.
Ramón Meza González, representante de la CILA en Nuevo Laredo, explicó que los trabajos de modernización continúan y se prevé su conclusión antes de finalizar el año 2025. Señaló que ya se han instalado equipos electromecánicos, realizado obra civil e instalaciones eléctricas, lo que representa una renovación casi total de la planta.
“Esperamos concluir este año la rehabilitación completa. Ya hay muchos equipos instalados y avances notables en la infraestructura. Esto ha beneficiado directamente la calidad del agua del río Bravo”, declaró Meza González, quien también destacó el arranque de nuevas obras complementarias como tres secciones del colector ribereño y dos del subcolector Donato Guerra.
El representante de CILA reconoció que aún existen descargas de aguas residuales al río Bravo, aunque precisó que estas han disminuido de manera considerable conforme avanza el proyecto. “Al inicio se registraban alrededor de 800 litros por segundo de descargas, pero actualmente la cifra se ha reducido en un 44 por ciento respecto al año anterior”, explicó.
Hasta el momento, la dependencia tiene identificadas unas 20 descargas activas, aunque el número puede variar conforme se avanza en la detección y corrección de puntos irregulares, en coordinación con la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa).
El proyecto de rehabilitación y modernización de la planta tratadora forma parte de un esfuerzo binacional de saneamiento para mejorar la calidad del agua del río Bravo, que abastece a comunidades de México y Estados Unidos.