Lima. Perú anunció ayer que consultará a países integrantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre una convención de asilo antes de tomar una decisión sobre un salvoconducto que permita la salida de la ex primera ministra Betssy Chávez, luego de recibir asilo en la embajada de México en ese país.
La decisión peruana prolonga el impasse diplomático entre ambas naciones. Perú decidió romper relaciones con México esta semana tras la concesión de asilo a Chávez, quien enfrenta cargos por su presunta participación en el intento del ex presidente Pedro Castillo de disolver el Congreso en diciembre de 2022.
En un comunicado, la cancillería peruana indicó que realizará la consulta “con el fin de buscar que se modifique la Convención de Caracas de 1954 sobre asilo diplomático”, de la que, consideró, se ha hecho “uso indebido”.
Afirmó que ha realizado un análisis jurídico y político de la solicitud mexicana, y concluyó que la referida Convención de Caracas “ha sido utilizada de manera indebida en los últimos años”, y ampara a “personas acusadas de delitos comunes en lugar de casos de persecución política genuina”.
“El gobierno del Perú considera que esta práctica desnaturaliza la esencia de la Convención”, agregó.
La nación sudamericana acusó a los gobiernos de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, y del ex presidente, Andrés Manuel López Obrador, de tener una “constante actitud injerencista en los asuntos internos del Perú”.
La Cancillería mexicana reviró que el país “no ha intervenido en modo alguno en los asuntos internos del Perú” a través de un comunicado en el que volvió a defender el asilo concedido a Chávez.