Denver. La defensa de Denver rescató a los Broncos en una apretada victoria de 10-7 sobre los tambaleantes Raiders de Las Vegas, al capturar al mariscal de campo Geno Smith seis veces y compensar las inconsistentes actuaciones del equipo en ofensiva y equipos especiales.
Los Broncos (8-2) poseen el mejor récord de la liga, pero apenas superaron a los Raiders (2-7), que recientemente intercambiaron a su principal receptor, Jakobi Meyers. Bo Nix lanzó un pase a las diagonales con su receptor Troy Franklin y registró 150 yardas por aire.
Un gol de campo de 32 yardas de Wil Lutz con cinco segundos restantes en el tercer cuarto rompió el empate 7-7, luego de que J.L. Skinner bloqueara una patada de despeje de AJ Cole, dejando a la tambaleante ofensiva de Denver en la yarda 12 de Las Vegas.
Los Broncos perdieron dos yardas en tres jugadas, pero Lutz —quien se había quedado corto en un intento de 59 yardas más temprano en el tercer cuarto— acertó pese al viento para darle a Denver su primera ventaja del encuentro.
Una intercepción del esquinero Kyu Blue Kelly le dio a los Raiders el balón en la yarda 45 de los Broncos en los minutos finales, pero Daniel Carlson falló hacia la derecha un intento de gol de campo de 48 yardas con menos de cinco minutos por jugar, que habría empatado el marcador.
Los Broncos agotaron el reloj con una serie ofensiva metódica y terminaron arrodillándose en formación de victoria dentro de la yarda 20 de los Raiders, después de que Las Vegas se quedara sin tiempos fuera.
El partido fue una típica noche de jueves plagada de castigos, con ninguno de los equipos logrando encontrar ritmo ofensivo y una constante fila de jugadores —incluido Smith— dirigiéndose a la banca y a la carpa azul para ser revisados por lesiones.