Zacatecas, Zac. La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), rechazó el pronunciamiento denominado “Estándar hacia una minería sustentable”, que dio a conocer la Cámara de Comercio de Canadá en México (CanCham) “anunciándolo como si esto fuera un gran avance para la industria en México y para la relación entre Canadá y México”.
Dicho estándar, asegura la REMA, “es un mecanismo más de simulación, que permite que, mientras las empresas canadienses destruyen con impunidad vidas y territorios en diferentes partes de la República mexicana, sean reconocidas por los gobiernos como ‘una fuerza positiva para las comunidades, para el medio ambiente y para la prosperidad a largo plazo de nuestro México’”, como lo declaró el embajador de Canadá en México, Cameron Mackay, al anunciar ese estándar el pasado 24 de octubre.
Para la REMA, se trata de “un montaje mediático de las empresas mineras canadienses y la diplomacia canadiense en México”, ya que el estándar “es un mecanismo creado por la Asociación Minera de Canadá que consiste en nueve protocolos para la autoevaluación de las operaciones mineras y que, desde hace años, ha sido promovido por dicha Asociación, tanto dentro de Canadá como a nivel global”.
En este mecanismo, “la embajada actúa con omisión y negligencia ante la exigencia que gobiernos, organizaciones y comunidades le han hecho durante décadas desde México, para llevar a rendir cuentas a las empresas mineras con domicilio en Canadá, por las violaciones a derechos humanos, medio ambiente y a la salud en diversos países”.
Dicho estándar no va a “garantizar que la inversión canadiense en el sector minero mexicano siga siendo, más que nunca, una fuerza positiva”, como lo declaró el embajador Mackay.
“Más bien, este estándar promueve la opacidad y el conflicto de interés al promover procesos de auto-regulación de las empresas sobre sus propias operaciones. Es un mecanismo que no conlleva penalizaciones para las empresas que no cumplen los protocolos, al tiempo que evita que las comunidades y trabajadores mineros afectados busquen justicia y reparación del daño, cuando pierden fuentes de agua, se destruyen sus tierras cultivables, empiezan a enfermarse, o enfrentan la criminalización y la violencia por haberse organizado y denunciado violaciones de sus derechos”.
La REMA recordó además que, “organizaciones ambientales y pueblos indígenas de Canadá también han señalado la peligrosidad de este estándar, por la misma forma en que la Asociación Minera de Canadá y el gobierno de la provincia de Columbia Británica, en este caso, lo han utilizado para disfrazar la minería como una actividad ‘responsable’, evitando así responder a las constantes exigencias sobre los riesgos que implican los diques de cola, sobre la debilidad de la legislación y los controles para manejar la contaminación del agua generada por la minería”.