Bruselas. Decenas de miles de manifestantes desfilaron este martes en Bruselas, en el marco de una jornada de huelga nacional contra las medidas de austeridad propuestas por el primer ministro Bart de Wever. La policía belga lanzó gases lacrimógenos en un intento de dispersar a los asistentes.
Se produjeron enfrentamientos menores entre la policía y los manifestantes, algunos de los cuales tocaron tambores y trompetas y encendieron bengalas y bombas de humo, mientras coreaban consignas contra los recortes a los programas de bienestar social. La protesta paralizó el tráfico en el corazón de la capital belga, así como en las principales carreteras, bloqueando los centros de transporte.
Los tres principales sindicatos de Bélgica organizaron la protesta y huelgas a nivel nacional contra los recortes a los sistemas de pensiones y salud propuestos por De Wever, quien había prometido reducir el gasto para intentar superar los desafíos económicos del país. Esta huelga nacional es la más reciente de una serie que ha afectado a Bélgica desde febrero.
Enfrentado a un déficit presupuestario que infringe las normas de la Unión Europea, el gobierno busca reformar las pensiones y aplicar otras medidas de ahorro que han enfurecido a los sindicatos.
El aeropuerto de Bruselas (el principal del país) canceló todas las salidas debido a que los agentes de seguridad abandonaron sus puestos. El aeropuerto de Charleroi, un importante centro europeo para la aerolínea de bajo coste Ryanair, informó que no podía operar ningún vuelo por falta de personal.
El transporte público también se vio fuertemente afectado en Bruselas, donde la policía calculó que había unos 80 mil manifestantes, muchos más que las 60 mil personas que se movilizaron el 13 de febrero, después de que se formara el nuevo gobierno federal.
El gobierno "está llevando a cabo un proyecto brutal: un ataque frontal contra la protección social, los servicios públicos, la seguridad social y las solidaridades", denunció la intersindical.