Múnich. La ciudad de Múnich informó hoy de la reapertura de la tradicional fiesta de la cerveza Oktoberfest tras permanecer cerrada durante horas por una amenaza de bomba, a su vez relacionada con una explosión en una vivienda situada en la ciudad, que dejó al menos un muerto.

La policía registró a lo largo del día la zona con perros rastreadores y los visitantes no pudieron entrar al recinto, los empleados también tuvieron que abandonar mientras se desarrollaba el dispositivo policial.

El motivo del operativo fue, aparte de la amenaza de bomba, una explosión ocurrida en la madrugada en el norte de Múnich. "De acuerdo con la información disponible hasta el momento, el edificio residencial fue incendiado de manera intencional en el marco de una disputa familiar", explicó la policía.

Un hombre fue encontrado herido en un lago cercano y murió poco después. La hija del hombre, de 21 años, y la abuela de ésta, de 81 años, fueron trasladadas al hospital con heridas. Las autoridades descartan de momento que se trate de un motivo político. No obstante, se mantiene abierta la investigación por si surgieran indicios en este sentido, según declaró un portavoz.

Sobre ese extremo, la policía descartó que la explosión pueda vincularse a movimientos antifascistas, como se investigó inicialmente por una publicación en la plataforma Indymedia, en la que un grupo se atribuía la autoría.

"El sospechoso no tiene ninguna relación con (el movimiento) 'Antifa'", informaron los investigadores más tarde.

Sin embargo, las autoridades consideraron peligrosa una carta en la que el presunto autor hablaba de una amenaza de bomba contra la Oktoberfest, que se celebra actualmente en Múnich. "La policía hará todo lo posible por registrar completamente la 'Wiesn' antes de la tarde para garantizar la seguridad. Si no es así, volveré a informar y no abrirá hoy", declaró el alcalde muniqués, Dieter Reiter, en la plataforma Instagram. "Lo siento, no hay otra opción, la seguridad es lo primero", agregó.

Dos heridos graves 

Al igual que en la casa incendiada, en el lago donde fue encontrado el hombre también fue necesaria la intervención de expertos en desactivación de explosivos.

El hombre no tenía permiso para portar armas ni explosivos y, según la policía, llevaba una mochila con un artefacto explosivo que primero tuvo que ser desactivado. Se evacuó el entorno cercano y se atendió a los vecinos afectados. A primera hora de la tarde, se escuchó una explosión en la zona como parte de la operación.

Previamente, en la mañana, se incendió una furgoneta delante de la casa y, unas calles más allá, dos coches. Una persona, que según la policía no representa ningún peligro, se encuentra desaparecida por el momento. Las autoridades no han confirmado si se trata del padre del fallecido, de 57 años. Los medios de comunicación apuntan a que habría sido asesinado.

Ruidos de explosión y llamas

En la madrugada, las autoridades recibieron una llamada de emergencia procedente de los vecinos del barrio de Lerchenau, al norte de la capital bávara, alertando sobre ruidos de explosiones o disparos, y contando que veían llamas.

"Me desperté sobre las 5:00 horas porque se oyó un estruendo varias veces", describió un vecino. "Me levanté, fui a ver qué pasaba y entonces empezó a arder" agregó. Otra vecina informó de una nube de humo y del olor a quemado que se percibía a gran distancia. Horas después, el humo aún se veía desde lejos.

"Están evacuando todo, toda la calle", contaba la mujer en el inicio de la operación policial en la que se acordonó una amplia zona, formando atascos de vehículos en el lugar. Fuerzas de seguridad fuertemente armadas patrullaron entonces el barrio de las afueras de Múnich, normalmente muy tranquilo, y los bomberos acudieron con unos 100 efectivos. La policía ordenó una evacuación en un radio de 200 metros alrededor del edificio en llamas, que tuvo que ser desalojado por los residentes. También se cerró una escuela secundaria.