San Cristóbal de las Cass, Chis. Habitantes de seis ejidos y seis rancherías del municipio de Ocosingo, ubicados en el corazón de la selva Lacandona, pidieron la intervención “urgente” de la presidenta Claudia Sheinbaum para que se atiendan sus necesidades, ya que carecen de servicios de salud, educación y energía eléctrica, aparte de que las lluvias han ocasionado la caída de un puente y las carreteras de terracería “están muy jodidas”.

Solicitaron la instalación de una mesa de diálogo con funcionarios de los tres niveles de gobierno para que se atiendan sus necesidades, ya que “estamos en una región totalmente olvidada. No es mentira y por eso queremos que vengan a constatarlo las autoridades”.

Manifestaron que “caminamos en lodazales, más los pobladores del ejido Candelaria que caminan 12 horas para llegar al punto carretero para tomar un transporte que es en el ejido en Pichucalco. Hay tramos de carreteras de terracería, pero no hay puentes para transitar nuevamente. Carecemos de luz, escuelas, salud y de infraestructura. No hay maestros completos, está la propuesta de que hasta diciembre llegarán al ejido Guanal”.

En un intento por llamar la atención de las autoridades de los tres niveles, pobladores y representantes de las localidades situadas en lo que llaman Región Amador Hernández, a la que pertenecen los ejidos Candelaria, Pichucalco, Guanal, Plan de Guadalupe y Benito Juárez, entre otros, se reunieron el miércoles en Amador Hernández para “levantar nuestra voz”.

El finalizar la reunión, dieron a conocer un documento en el que denunciaron “una vez más el incumplimiento de los compromisos de campaña de la presidenta municipal de Ocosingo, Manuela Angélica Méndez Cruz, de que atendería nuestras necesidades”.

Afirmaron que “ninguna dependencia ha tomado cartas en el asunto sobre esta situación que estamos viviendo en nuestra región y las grandes necesidades que tenemos porque la alcaldesa no tiene la capacidad de resolverlas pacíficamente, siendo que ella se comprometió mucho en su campaña”, pero ahora está provocando “división y conflictos en nuestras comunidades”.

Ramón Hernández Méndez, tesorero del patronato de la Región Amador Hernández, dijo que “llevamos más de 40 años exigiendo a los alcaldes de Ocosingo que nos atiendan sin obtener respuesta. Levantamos la voz niños, mujeres, hombres, ancianos. No es mentira. Lo que pedimos a los tres niveles de gobierno es que intervengan, que vengan a ver cómo estamos para que se instale una mesa de diálogo”.

En entrevista telefónica señaló que a causa de las lluvias en días pasados “se cayó un puente de madera que nosotros construimos. No hay comunicación de Guanal a Ocosingo, por lo que exigimos que cartas en el asunto y atención de nuestras necesidades. Estamos reunidos todos los habitantes de las comunidades para exigir nuevamente atención a los tres niveles de gobierno. Los alcaldes no nos abren la puerta ni nos escuchan”.

Agregó: “El ejido Candelaria es el más jodido; está en el olvido total, no tiene ni siquiera carretera de terracería, por lo que los habitantes tienen que caminar en veredas o a caballo. Sufren mucho las mujeres y los niños, principalmente. Es una gran marginación”.

Comentó que la Región Amador Hernández está a 130 kilómetros de la cabecera municipal de Ocosingo, por lo que tardan entre siete y ocho horas para llegar, debido a las malas condiciones de los caminos. “A veces nos bajamos para empujar el carro”.

Sostuvo que en el ejido Pichucalco “no hay doctores y los estantes para los medicamentos están vacíos. Es una gran carencia y el gobierno no ha tomado cartas en el asunto” para resolver sus necesidades.

Concluyó: “El gobierno dice que primero los pobres y que hay cuarta transformación, pero a nosotros no nos ha llegado, no la vemos, pues seguimos en el olvido”