Quito. El secretario de Estado Marco Rubio se reúne este jueves con el presidente ecuatoriano Daniel Noboa, en una visita a Quito en la que se espera ofrezca reforzar la cooperación en seguridad para frenar la violencia de las bandas criminales.
Rubio se encontrará a puertas cerradas con Noboa, uno de sus mayores aliados en la región, que al igual que su homólogo estadunidense Donald Trump ha tratado de ampliar las operaciones del ejército para enfrentar a las organizaciones narco.
Relecto en mayo, Noboa es un empresario que ha consolidado su poder en Ecuador desde su sorpresivo triunfo de 2023. Para Rubio, podría seguir los pasos del presidente salvadoreño Nayib Bukele, cuya guerra contra las pandillas redujo a mínimos históricos la violencia criminal en su país, a pesar de críticas de grupos de derechos humanos porque se ampara en un régimen de excepción con detenciones sin orden judicial.
La visita de Rubio se produce en un momento en que Estados Unidos ha desplegado buques de guerra en aguas cercanas a Venezuela para interceptar el tráfico de drogas.
El miércoles en México, en la primera escala de esta gira por dos países de América Latina, Rubio advirtió que Estados Unidos no dudará en repetir ataques como el del martes contra una presunta lancha de narcotraficantes procedente de Venezuela en aguas internacionales. Once personas murieron en la explosión, según Washington.
El ministro del Interior de Ecuador, John Reimberg, anticipó este jueves nuevos "acuerdos" con Estados Unidos en el combate al narcotráfico.
Por la nación sudamericana transita 70 por ciento de la producción mundial de cocaína. Casi la mitad de ésta va hacia Estados Unidos.
Ecuador sufre la violencia de numerosas bandas ligadas a cárteles internacionales y se convirtió en la nación más peligrosa de América Latina con 39 asesinatos por cada 100 mil habitantes, según Insight Crime.
Desde la llegada al poder de Noboa y Trump, ambos países estrecharon lazos. Ecuador recibe apoyo logístico y de inteligencia de Washington y recientemente restableció la extradición de sus ciudadanos a Estados Unidos.
Además, Noboa planea reformar la Constitución vía consulta popular para permitir el establecimiento de bases militares extranjeras en el país.
Según la canciller Gabriela Sommerfeld, "hay (la) posibilidad" de que Washington instale una base en territorio ecuatoriano, como la que tuvo hasta 2009, cuando durante el gobierno del izquierista Rafael Correa terminó un acuerdo que permitía a Estados Unidos realizar operaciones antidrogas desde el puerto pesquero de Manta (oeste).