Guadalajara, Jal. Jalisco realizó un protocolo epidemiológico para prevenir, detectar y atender eventuales casos de rabia paralítica, luego de que la Secretaría de Salud de Colima informó el deceso de un hombre, originario del municipio jalisciense de Tonila, quien presuntamente murió de rabia luego de tener contacto con un becerro que estaba contagiado.
Personal de la Agencia de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Asica) fue el encargado de activar dicho protocolo en coordinación con el Comité Estatal para el Fomento y Protección Pecuaria de Jalisco, acudiendo a Tonila donde primero se estableció un cerco de 5 kilómetros a la redonda del establo donde estuvo el becerro y luego de 10 kilómetros, sin que se encontraran vestigios de la enfermedad pese a lo cual los animales recibieron vacunas antirrábicas.
Además se realizaron operativos de captura de murciélago hematófago para monitoreo de circulación de virus y se hizo labor de concientización con productores y poseedores de especies ganaderas para la notificación inmediata de casos sospechosos de la enfermedad y la vacunación de sus animales desde el nacimiento.
Tanto Asica como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) del gobierno estatal garantizaron que el consumo de carne no conlleva algún riesgo de contagio, pero exhortaron a las personas que tienen ganado a evitar la manipulación de animales sospechosos de estar contagiados de rabia, que presenten síntomas como parálisis y falta de coordinación, inquietud, mordidas en el cuello, dificultad para caminar, tragar y respirar.
En un comunicado, la Sader dijo que la forma de contagio de bovino infectado de rabia al humano puede ocurrir por medio de un mal manejo del animal como la manipulación de cavidad oral, contacto con saliva, sangre y material cefálico que contenga el virus de la rabia, ya que tiene la capacidad de ingresar por medio de laceraciones, rasguños y heridas, no necesariamente por mordida o agresión.