Ciudad de México. Pumas ganó por primera vez en el estadio Olímpico con un final hecho para Aaron Ramsey. El galés, multicampeón en Europa y figura legendaria en la Liga Premier con el Arsenal, cambió la historia del partido de la Liga Mx ante el Atlas (1-0) en sólo minutos, como si el escenario y la presión de ingresar de cambio no hicieran ningún efecto. Pasaron siete jornadas, empates y decepciones que causaron disgustos en la afición auriazul, hasta que el mediocampista de 36 años quebró el maleficio como un héroe inesperado.
Si días antes cientos de personas cuestionaron el nivel de los jugadores, en las gradas no lo escondieron. “Queremos gente seria y comprometida”, señalaron desde la zona alta del Pebetero. Desde el encuentro con Santos (2-0) en la penúltima fecha del torneo anterior, los universitarios resistieron a la presión de no ganar en casa. Fueron más de cuatro meses. Su mala fortuna incluyó rivales de gran valor y polémicas arbitrales, como la que ayer protagonizó el silbante, Martín Molina. En menos de 45 minutos, el central de 29 años invalidó las jugadas con las que Jorge Ruvalcaba y Alan Medina pusieron por un momento en ventaja a los locales, debido a una mano y una presunta posición adelantada advertida por el VAR.
Cuando el Atlas perdió consistencia a la hora de defender, Molina detuvo el partido por tercera vez para acreditar una falta dentro del área en favor de los felinos, la cual fue anulada enseguida por un fuera de lugar en la acción previa. El anuncio desde el micrófono inalámbrico, al estilo de los oficiales de la NFL, jugó con las emociones de una afición necesitada de triunfos en Ciudad Universitaria. Mientras la lluvia empezó a caer con fuerza sobre el estadio, los gritos que emergieron de las tribunas respondieron a la misma lógica: “¡Sólo les pedimos un gol, cabrones!”, “¡Pónganle huevos!”. Los baños de cerveza, la venta de impermeables, el intercambio de vasos, papeles y basura entre sectores vecinos del lado del Pebetero dieron color a los últimos minutos.
Según cifras oficiales, asistieron en total 17 mil 196 personas, la mayoría inconforme por la falta de figuras en el plantel. Bajo ese contexto es que Juárez decidió el ingreso de su suplente de lujo, el internacional Aaron Ramsey, como si estuviera hecho para finales cinematográficos. El galés se anticipó en un tiro de esquina y marcó de derecha (90+2) el gol del triunfo que quebró el maleficio. Con ello, además de celebrar por primera vez en CU, los felinos volvieron al Top-10 de la Liga Mx tras llegar a nueve puntos.
Debido a que el pasillo que conduce a la zona de vestidores, así como diferentes sectores del estadio, se inundaron por la lluvia, el argentino Diego Cocca, timonel del Atlas, no ofreció la conferencia habitual del cuadro visitante.