Morelia, Mich. Más de 8 mil hectáreas de la cuenca norte del lago de Pátzcuaro fueron declaradas áreas voluntarias de conservación, luego de que las comunidades de Santa Fe de la Laguna aportaran 3 mil 263 hectáreas; San Jerónimo Purenchécuaro 2 mil 781; San Andrés Tziróndaro mil 470; Napízaro 500 y Oponguio 175.
La declaratoria del gobierno de Michoacán y la entrega de certificaciones permitirá llevar a cabo trabajos de reforestación, conservación de suelos a través de la construcción de presas de gavión y trabajos de prevención de incendios.
Esta respuesta de las comunidades de la región lacustre demuestra que los pueblos originarios prácticamente se están despojando de poder aprovechar estas tierras para otro destino”, reconoció el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, tras comentar que estas comunidades purépechas podrán acceder a recursos federales y apoyos estatales para continuar con los trabajos de rescate, ya que una de las prioridades de la presidenta Claudia Sheinbaum es proteger el Lago de Pátzcuaro.
Desde 2024 el gobierno de Michoacán puso en marcha el proyecto para revertir las afectaciones causadas por el hombre, el descuido y la crisis ambiental, como la implementación del programa de empleo temporal para beneficio de los habitantes de la región, quienes realizaron labores manuales de rehabilitación de manantiales y canales que nutren el lago.
Así como los operativos para evitar el huachicoleo –robo- de agua, recuperación de suelos, construcción de presas de gavión y campañas de reforestación con especies nativas de árboles.
En tanto, la Secretaría de Medio Ambiente (Secma) informó que esta medida beneficia a territorio económico de la región como de la población de San Jerónimo Purenchécuaro, que contó con la participación de instancias ambientales y de habitantes para llevar a cabo jornadas de reforestación.
El titular de la dependencia Alejandro Méndez indicó que dichas áreas no solo protegen los ecosistemas y biodiversidad, también ayudan a restaurar el Lago de Pátzcuaro, aseguran el acceso al agua y promueven un modelo de desarrollo sustentable en la región.
Comentó que hasta mediados de 2024 el embalse presentó un grave problema de sequía y robo de agua por parte de productores agrícolas, principalmente de aguacate, que llevó al lago a presentar los niveles más bajos del vital líquido. "Con estas certificaciones, reforzamos la política ambiental del estado, sumando acciones concretas frente al cambio climático y fomentando la corresponsabilidad comunitaria", subrayó el funcionario estatal.