San Miguel de Allende, Gto. El ataque, donde murieron dos hombres y 17 personas resultaron heridas, iba dirigido a tres delincuentes con “antecedentes penales graves”, afirmó el alcalde priista de San Miguel de Allende, Mauricio Trejo Pureco.
La agresión era para José Luis, “El Chato”; Emmanuel, “El Mane”; y Óscar, “El Junior”, afirmó el munícipe, a quienes calificó como “grandes fichas” con amplio historial delictivo.
“Estas tres personas cuentan con antecedentes graves: violación, narcomenudeo, etcétera; lamentablemente, cuando van por estos delincuentes, cobardemente los que fueron a cometer el ataque disparan hiriendo a 19 personas, 16 de ellos gente de bien”, manifestó en un video.
Hasta el momento siguen hospitalizados nueve lesionados; uno de ellos es contra quien iba dirigida la agresión y está custodiado por las autoridades, reveló.
Agregó que él y la gobernadora, Libia García Muñoz Ledo, darán todo el apoyo a las víctimas de la agresión armada.
“Mi palabra vale, mi palabra te doy, vamos a dar con los responsables”, prometió.
La Arquidiócesis de Celaya hizo un “firme llamado” a la Fiscalía General del Estado (FGE) para que no queden impunes los asesinatos de dos hombres y las lesiones que sufrieron 17 personas en un ataque armado registrado durante una celebración religiosa en San Miguel de Allende.
“Que estos hechos sean investigados a fondo y no queden en la impunidad, pues la justicia y la verdad son caminos indispensables para la construcción de la paz social”, solicitó el vocero de la Diócesis, José de Jesús Palacios Torres.
Convocó a los feligreses a no ceder ante el miedo ni la desesperanza, a trabajar por la paz, la justicia y el respeto a la vida.
“Confiamos en que el amor de Cristo será siempre más fuerte que el odio y la violencia”, difundió el sacerdote.
La Diócesis de Celaya rechaza la violencia porque los actos que atentan contra la vida y la paz destruyen la convivencia y lesionan profundamente el corazón de la sociedad, manifestó.
Habitantes de San Miguel de Allende difundieron una carta dirigida a la gobernadora, al Congreso y a la Fiscalía, donde piden un alto a la violencia que viven en la Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Lamentaron que la celebración religiosa se convirtiera en una escena de dolor y miedo.
El ataque en el templo no es aislado; San Miguel de Allende tiene tiempo abandonado con un alza en la violencia, aseguran.
"Ante ello, las autoridades municipales no han dado respuestas efectivas, ni siquiera la mínima sensibilidad de dar la cara a las víctimas", recriminaron.
Los ciudadanos solicitaron al Estado y a la FGE que asuman su responsabilidad de pacificar a San Miguel de Allende.