Las ratas pueden hacer que algunos salgan corriendo, pero en Camboya, los equipos de estos no tan pequeños roedores se volvieron indispensables para ayudar a los especialistas a detectar minas terrestres que han matado y mutilado a miles de personas en el país asiático.
Las ratas de Gambia, también conocidas como ratas gigantes africanas de bolsa que pueden crecer hasta 45 centímetros y pesar hasta 1.5 kilogramos, están en la primera línea, avanzando ágilmente por los campos para señalar a sus entrenadores cuando detectan el olor del TNT, utilizado en la mayoría de las minas terrestres y artefactos explosivos.
"Mientras trabajo con estas ratas, siempre he encontrado minas y nunca han pasado por alto ni una sola", comentó Mott Sreymom, una adiestradora de ratas en APOPO, un grupo humanitario para el desminado que entrena y despliega equipos de detección de roedores en todo el mundo.
"Realmente confío en estas ratas detectoras de minas", dijo Mott a The Associated Press durante su descanso para almorzar, después de trabajar en un campo de minas terrestres en la provincia de Siem Reap.
Después de tres décadas de conflicto en el siglo pasado, los restos de guerra cubrían aproximadamente 4 mil 500 kilómetros cuadrados de tierra camboyana, según una encuesta de la Autoridad de Acción contra las Minas y Asistencia a las Víctimas de Camboya (CMAA) en 2004. Esto afectó a las 25 provincias camboyanas y a casi la mitad de las 14 mil localidades del país.