°C -
|

La Jornada

Últimas noticias
Anuncio
Anuncio

UAM: virtual rectora y campaña de temor

La designación de una nueva ocupante de la rectoría general en la UAM es un proceso que siempre provoca
quejas, por el secretismo y autoritarismo con que se lleva a cabo. Foto
La designación de una nueva ocupante de la rectoría general en la UAM es un proceso que siempre provoca quejas, por el secretismo y autoritarismo con que se lleva a cabo. Foto Cuartoscuro / archivo
21 de junio de 2025 00:01

La designación de una nueva ocupante de la rectoría general en la UAM es un proceso que siempre provoca quejas, por el secretismo y autoritarismo con que se lleva a cabo, y precisamente, cuando estaba a punto de arrancar, en Xochimilco la directora de la División de Sociales, avalada por la secretaría de esa unidad y el rector de la misma, despide a Miguel Ángel Hinojosa, acusado y condenado por la “irregularidad” de publicar más ejemplares de un libro que –mera coincidencia, por supuesto–, ahora se sabe, habla del “ocaso interminable del régimen autoritario” (Transición bloqueada, UAM, 2024 de Anguiano, A.) en el país y las instituciones. 

Tan vertical fue la decisión que incluso otras autoridades de Xochimilco ahora califican el despido de reacción “exagerada”. Y es cierto, un despido es la máxima sanción institucional posible para cualquier trabajador, y en este caso especialmente cruel para una persona que, a pesar de ser desde hace 27 años un productivo empleado (hasta 57 libros publicados en un año), por ser de confianza, no puede defenderse; pero esta decisión ha conseguido –una vez más– poner sobre la mesa el tema del carácter tan autoritario que en cualquier momento pueden asumir los funcionarios de la Metropolitana, al amparo de una inamovible estructura legal y orgánica que permite y promueve precisamente eso. 

La designación de rector general es otro ejemplo. Si en Xochimilco tres personas deciden a quién despedir, para toda la UAM, nueve personas (Junta Directiva) decidirán que ahora será una rectora. 

En un contexto de crisis en la conducción institucional, que asume la forma de un creciente rechazo de los académicos “maduros” a ocupar puestos de autoridad, en la quinteta de aspirantes al cargo participan dos funcionarios directamente dependientes del rector general que por ser noveles no tienen una larga trayectoria académica, ni como autoridades de un plantel, y su menor presencia hace que destaque aún más el medallero académico, y como funcionaria de la candidata “oficial”, la hoy rectora de la Unidad Iztapalapa, Verónica Medina. 

Por otro lado, también coincidente es el arranque de una campaña de apoyo precisamente a esa candidata, que subraya que sería la primera mujer rectora general de la UAM. Esto se complementa con la coincidencia de que como mujer tendría el camino libre, pues aparentemente decidieron no participar otras dos funcionarias, una de ellas –nada menos que la secretaria general de la UAM– que hasta hace tiempo no habían descartado su interés en el puesto (la secretaria de la Unidad Xochimilco sería la otra). Con esta coincidencia se destaca favorablemente el tema del género en favor de la doctora, pues queda una sola mujer y cuatro varones candidatos. 

Difícil perder, a menos de que la Junta, más que coincidencias, tome en cuenta lo que llama la atención en las comunidades de abajo: el papel tan duro y represivo que con naturalidad asumió durante (y después) del paro de dos meses de estudiantes mujeres y feministas en 2023, porque como muestra el video oficial –si no se suprimió esa porción–, casi al final de la primera parte de la sesión 522 (10/3/2023) del Colegio Académico, los seis rectores de la UAM son informados al oído de que una tras otra de las unidades de la UAM se sumaban al paro. 

Y allí, a diferencia de los demás que sólo se muestran sorprendidos, la rectora Medina, de Iztapalapa, explota y en sonoros decibeles ante la ofensa que le significa esa decisión estudiantil, culpa de daños a las feministas, al sindicato, a los trabajadores y estudiantes. 

Obviamente, fue en esa unidad donde durante los dos meses siguientes los diálogos no prosperaron, como en otras unidades, en una universidad que a partir de entonces no ha dejado de tener decisiones autoritarias de unos cuantos y en consecuencia más paros y protestas, otro futuro sería deseable y no el que garantiza la opción “dura” como único camino para la UAM; designación que –otra coincidencia– favorecería lo que ocurre en Xochimilco. 

Ahí, como respuesta a las protestas y firmas por el despido de Hinojosa, un comunicado de la directora de Sociales habla de compromiso con la “innovación”, y dice que luego de “evaluar… se identificaron prácticas que contravienen la legislación… (y) que hacían necesario… tomar las decisiones pertinentes”. 

Como no se informa, sin embargo, si el actual será el único caso (¿otra coincidencia?) o si con la evaluación pueden surgir más “decisiones pertinentes”, el despido de Miguel Ángel Hinojosa se ha convertido en una ominosa señal de hasta dónde puede llegar esta evaluación. 

Esto convierte a la “innovación” en una verdadera campaña de temor, que es, esa sí, una práctica profundamente irregular que crispa el clima laboral. En lugar de eso, hay que reinstalar al despedido y transparentar las evaluaciones. También urge eliminar la continuación del examen único en la UNAM e IPN. 

Y por la paz más amplia, romper relaciones con Israel. 

*UAM-X

Imagen ampliada

¿Por qué y quién ordenó el ataque a Irán?

Son tiempos de lucha por la paz de los pueblos y contra la agresión de Israel.

Impuesto a remesas, asalto a la dignidad

Si realmente buscamos la justicia, deberíamos imponer gravámenes a los multimillonarios

Espejismo farmacéutico del Plan México

El proyecto para el sector parte de una premisa falsa: sólo sustituyendo importaciones el resto se acomodará automáticamente.
Anuncio