Lima. El primer ministro de Perú, Gustavo Adrianzén, renunció este martes a su cargo en vísperas de enfrentar una moción de censura en el Congreso en medio de criticas por el aumento de la delincuencia y el reciente asesinato de 13 trabajadores mineros.
Horas antes el gobierno informó sorpresivamente la salida del ministro de Economía, José Salardi, tras ocupar el cargo poco más de tres meses, y nombró en su reemplazo a Raúl Pérez Reyes, quien se desempeñaba como ministro de Transporte.
"Pensando en los altos intereses de la patria me asiste hoy el deber de presentar ante Usted mi renuncia irrevocable al cargo de presidente del Consejo de Ministros", dijo Adrianzén en un discurso televisado junto a la presidenta Dina Boluarte.
El anuncio se hizo en la sala principal del Palacio de Gobierno con todos los ministros del gabinete de gobierno.
La dimisión de Adrianzén se produjo mientras crecía el apoyo de los legisladores en el Congreso unicameral a la moción de censura programada para el miércoles, en la última prueba política para la impopular presidenta Boluarte.
La presidenta también cambió a su ministro de Interior y designó a Carlos Malaver en la cartera. En el ministerio de Transporte y Comunicaciones nombró a César Sandoval.
Ahora todos los miembros del gabinete de ministros deben renunciar y Boluarte tiene la facultad de mantener los cargos o realizar un cambio parcial o total de funcionarios.
La popularidad de Boluarte, que asumió a fines del 2022 tras la destitución del anterior mandatario, ha caído a niveles mínimos históricos y una encuesta de la firma Ipsos difundida esta semana dijo que llegó a un 2 por ciento, frente al 3 por ciento en abril.
Perú, que tiene una alta rotación de ministros, vive en constante incertidumbre política con seis presidentes desde el 2018 debido a renuncias o destituciones.
El ahora exministro Salardi había ingresado al gabinete a fines de enero, y ahora son cuatro los ministros de Economía que ha tenido el Gobierno de la presidente del país andino.
Tras la juramentación del cargo en Palacio de Gobierno, Pérez Reyes manifestó brevemente a periodistas que planeaba reunirse con Salardi para "mirar la agenda" pendiente.
Grupos empresariales vinculados al sector de la infraestructura habían advertido poco antes la posible salida de Salardi, que había impulsado las licitaciones de proyectos públicos y recuperado la inversión según analistas.