Tras asistir a la marcha del primero de mayo Natalia Lara, activista y defensora de derechos, junto con un compañero, fueron detenidos por policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana asignados a la vigilancia del Sistema de Transporte Colectivos Metro, sin motivo aparente.

La joven, minutos antes manifestaba, junto con un grupo de personas, su rechazo a las obras que se proyectan en el Estadio Azteca por la celebración del Mundial del Fútbol y al ingresar a sistema en la estación Hidalgo un grupo de policías los interceptaron para detener a su acompañante Javier Alvarado.

Los uniformados lo acusaron de realizar presuntos actos vandálicos y al someterlo lo golpearon e incluso en el jaloneo le quitaron la playera.

Lara empezó a documentar la detención arbitraria y los policías también la golpearon para impedir que grabara lo que sucedía con su teléfono, posteriormente también la detuvieron y trasladaron al Ministerio Público que se localiza en la estación del metro Pino Suarez.

Natalia Lara señaló que la detención fue arbitraria y se debió a la difusión que realizaron durante la marcha de las irregularidades que se están cometiendo para realizar modificaciones a la zona aledaña al Coloso de Santa Úrsula y que impactará en los habitantes de las alcaldías de Coyoacán y Tlalpan.

Hasta el momento la joven se encuentra en la agencia y a pesar de que solo documentaba lo ocurrido por considerar que los policías abusaron de su autoridad se le informó que sería presentada ante el juez cívico, sin señalar cuál es la falta que se imputa.