En Mazatlán se cantaban canciones mexicanas de amores no correspondidos. Sonaban trompetas, clarinetes y tambores como música de fondo, mientras miles de seguidores seguían el ritmo con la cabeza sin encontrar alegrías en su equipo de futbol. La historia cambió hasta hace unos meses, cuando el entrenador español Ismael Rescalvo creó con sus propios métodos una manera distinta de competir en la Liga Mx, donde nunca había alcanzado siquiera la zona de repesca.

Tan acostumbrados en otras campañas a ser arrasados por sus rivales, los Cañoneros enfrentaron al Toluca con la certeza de cambiar un poco su historia. Ganar, como lo hicieron (1-0), representaba no sólo ubicarse en los primeros ocho lugares de la competencia, sino también alcanzar la mayor cantidad de puntos en un torneo (22) desde que están en la primera división. Por eso los gritos, el sonido de la banda y esa mezcla de sorpresa y felicidad que se hizo presente en las gradas.

Para llegar a la liguilla y competir por un campeonato, el plantel sinaloense necesita que otros colaboren a su causa, entre ellos Bravos de Juárez y Atlético de San Luis, rivales de sus principales perseguidores en la tabla (León y Santos). Pero al menos para Rescalvo, hombre de 41 años que llegó a México tras una breve etapa al frente del The Strongest boliviano, se trata de una misión cumplida.

De caer por goleada (4-0) en Aguascalientes ante el Necaxa, los mazatlecos levantaron la moral frente a uno de los iniciales aspirantes al título como es el Toluca. Pocas veces el estadio El Encanto, antiguamente llamado Kraken, celebró con tanta efusividad un gol del ecuatoriano Jefferson Intriago, quien doblegó con un potente derechazo al portero Tiago Volpi (68) y dio inicio a la fiesta en el puerto.

Como ningún final feliz estuvo precedido por una trama maravillosa, los Diablos complicaron el cierre quemando todas sus naves. El uruguayo Carlos María Morales buscó en sus elementos de banca los goles que le hicieron falta en el primer tiempo y, si bien no los encontró, obligó a los locales a retroceder para esperar el final del encuentro.

En una imagen que quedará en el recuerdo de los aficionados sinaloenses, Rescalvo y sus dirigidos se fundieron en un abrazo sobre el terreno de juego a la espera del resto de combinaciones de la fecha para definir si entran o no a la repesca. Los escarlatas, un lugar abajo, quedaron al borde de la eliminación.

En tanto, en el estadio Jalisco, Atlas y Necaxa igualaron sin goles y cerraron así una campaña para el olvido, ubicados en la parte baja de la clasificación.