Montevideo. El ex presidente de Brasil y candidato Luiz Inácio Lula da Silva habló este jueves en entrevista con el informativo de la cadena O Globo y enfatizó que fue la primera oportunidad “de hablar en vivo con el pueblo brasileño” sobre las acusaciones vinculadas al Lava Jato con las que fue “masacrado” durante cinco años.
“La corrupción solo aparece cuando permites que se investigue. En mi gobierno creamos el portal de transparencia y la ley anticorrupción”, destacó el ex mandatario, que se ubica como el favorito a quedarse con el sillón presidencial, según las encuestas, y remarcó que durante su gobierno no puede decirse que no hubo corrupción, debido a que la gente “confesó”.
En este sentido, criticó que los denunciantes recibieran reducciones de sentencia y sanciones por confesar. “Era una especie de negociación de culpabilidad. No solo se ganaba la libertad, por decir lo que quería el Ministerio Público, como ganabas la mitad de lo que robabas. O sea, el robo lo oficializó el Ministerio Público”, remarcó.
Respecto al caso Lava Jato, dijo que lo que siempre se buscó fue llevarlo a prisión. Lava Jato investigó un esquema de malversación y lavado de dinero de mil millones de dólares que involucró a la estatal Petrobras y que incluso llevaron a Lula a la cárcel durante 580 días. Sin embargo, en abril de 2021 el Supremo Tribunal Federal anuló todos los procesos contra el ex mandatario, luego de definir que el juez de la causa, Sergio Moro, había sido parcial en la conducción de las acciones.
“¿Cuál fue el error de Lava Jato? Es que Lava Jato tomó un camino político delicado. Rebasó los límites de la investigación y entró en los límites de la política. Y el objetivo era Lula El objetivo era tratar de condenarme”, reflexionó.
Moro no tardó en contestar y en su cuenta de Twitter dijo que Lula “no respondió” las dudas de los periodistas y “mintió descaradamente. La entrevista fue muy similar a sus interrogatorios en Lava Jato. La población merecía la verdad”, afirmó.
Respecto a la situación económica, el ex presidente se distanció de las medidas que tomó la ex presidenta Dilma Rousseff, quien también pertenece al Partido de los Trabajadores (PT), y quegobernó durante una fuerte crisis económica.
“Creo que Dilma se equivocó en el tema de la gasolina, ella sabe que yo pienso eso”, remarcó.
“Mi obsesión, un hombre de 76 años que dice todos los días que tiene la energía de los 30, para volver a gobernar este país, es porque creo que es posible recuperar este país, que la economía vuelva a crecer, que genere empleos, para generar una mejora en las condiciones de vida de las personas”, apuntó.
Sobre su vuelta como candidato, dijo que podría haberse quedado en su casa “viviendo en los laureles de ser el mejor presidente de la historia de Brasil”, pero quiso retornar para “demostrar que se puede hacer más”.
Asimismo, se refirió a los fuertes cruces que existen entre militantes del PT y los afines a su principal adversario, el presidente Jair Bolsonaro, y dijo que lo importante es no confundir la polarización con la “incitación al odio”.
Sobre Bolsonaro, dijo que “ni siquiera se encarga del presupuesto de Brasil” y que parece “un bufón de la corte”.
“Feliz era Brasil y la democracia brasileña cuando la polarización en ese país era entre el PT y el Partido de la Social Democracia Brasileña. Éramos opositores políticos, intercambiábamos disputas, pero nos reuníamos en un restaurante y yo no tenía problema en tomarme una cerveza con el Fernando Henrique Cardoso, con José Serra o con Gerarldo Alckmin. Porque no nos tratamos como un enemigo, nos tratamos como un adversario”, señaló.
Al respecto, dijo que en democracia y con más de un partido en disputa, “la polarización es sana”, además de importante y estimulante, porque hace que “la militancia salga a la calle, lleve la bandera”.
“Hay una frase fantástica de Paulo Freire, que usé para mostrar a los militantes del PT la entrada de Alckmin al PT. 'De vez en cuando, necesitamos estar junto a los divergentes para vencer a los antagonistas'. Y ahora, necesitamos superar el antagonismo del fascismo, de la ultraderecha”, remarcó.