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La gloria abajo del ring

El Coreanito celebra la consolidación de un sueño
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▲ El ex pugilista festejó con una función de boxeo los ocho años de su gimnasio, donde montó una escuela para enseñar el deporte al que consagró su juventud.Foto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Domingo 28 de abril de 2019, p. a11

Hace ocho años Francisco Coreanito Mateos encontró la forma de continuar con su oficio en el boxeo. Si sobre el cuadrilátero se quedó a un paso de conquistar la gloria, abajo –sin recibir más golpes–, logró consolidar el sueño de tener su propio gimnasio. En una espacio dentro de los Viveros de Coyoacán, el ex peleador montó una escuela para enseñar el deporte al que consagró su juventud.

Con los 10 mil pesos que ganó en su último combate profesional, decidió fundar un gimnasio. Primero fue precario, pero con el tiempo no sólo ha montado un gimnasio al aire libre, sino que dio origen a una comunidad que vive la solidaridad del esfuerzo y a veces incluso parece una familia.

Tengo practicantes de todo tipo: enfermeras, trabajadores de limpieza, artistas, actores, moneros, es muy variada la gente que viene a aprender boxeo, cuenta Coreanito.

Y esta comunidad construida por la disciplina del boxeo celebra su octavo aniversario de dedicar esfuerzo y devoción a un deporte exigente. Para conmemorarlo, Coreanito organiza su función anual en la que sus alumnos combaten contra peleadores de otros gimnasios. Ha invitado una serie de padrinos para la ocasión, algunas glorias olímpicas están aquí: Joaquín Rocha, medalla de bronce en México 68 en peso completo y Juan Paredes, también bronce, en Montreal 1976. En una esquina, apoyando a algunos boxeadores amateur, está Diego Ávila, el único que derrotó a Julio César Chávez durante su etapa amateur, un privilegio que durante muchos años pudo presumir mientras la carrera del ex campeón fluía invicta.

La gente que viene lo hace por amor al boxeo, algunos lo descubren aquí y se enamoran del trabajo y la disciplina, pero ya hay quienes desean ser profesionales. Tengo dos que empiezan, pero ya hay algunos que levantaron la mano para debutar en el boxeo de paga, explica.

Este sábado varios jóvenes suben a pelear con pasión. Doce combates en los que demuestran los avances que tienen por el trabajo duro y cotidiano. Llevan sus porras para alentarlos; parecen profesionales por la seriedad con la que asumen el reto. Algunos despliegan verdadero talento para el boxeo.

Esta es la manera de celebrarlo, por eso traigo un cuadrilátero profesional, contrato réferis y jueces profesionales, dice Coreanito; no gané un campeonato del mundo, pero tengo este gimnasio donde quienes vienen son como mi familia; vivo de esto y somos un equipo en el que todos nos ayudamos, eso es lo más valioso que puede desear alguien; este es mi campeonato del mundo.