Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 2 de noviembre de 2014 Num: 1026

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Robert Howard,
Lovecraft y
Solomon Kane

Ricardo Guzmán Wolffer

La precursora
Doña Sebastiana

Fabrizio Lorusso

Buganvilia
Leandro Arellano

Margo también recuerda
Adriana Cortés Koloffon
entrevista con Margo Glantz

Henri Matisse: el ritmo
del movimiento detenido

Germaine Gómez Haro

Terry Bozzio, baterista
Saúl Toledo Ramos

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Columnas:
Perfiles
Gaspar Aguilera Díaz
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
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Cabezalcubo
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Jornada de Poesía
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Cinexcusas
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Germaine Gómez Haro
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El mecenazgo en el arte: dos colecciones

En un reciente viaje a Madrid tuve la oportunidad de admirar una selección de dos de las colecciones privadas más importantes de España, conformadas por los empresarios Juan Abelló y José Luis Várez Fisa, reconocidos coleccionistas y benefactores de las artes.

La colección Várez Fisa

Várez Fisa, fallecido el pasado mes de junio, es el único particular que ha dado nombre a una sala de la pinacoteca del Museo del Prado, al donar el año pasado una relevante selección de su acervo de arte románico pirenaico. Se trata de dieciocho extraordinarias piezas, entre pintura y escultura, que abarcan un período que va del Románico a los inicios del Renacimiento. La relevancia de este conjunto de obras reside en que llenan un hueco fundamental en el fondo histórico del museo que el coleccionista conocía cabalmente, por lo que la selección de estas piezas no fue casual. El espléndido recorrido de esta sala ofrece al visitante la oportunidad de disfrutar catorce pinturas sobre tabla, una pintura mural, un retablo de madera tallado y policromado y una escultura en alabastro de la Virgen con el Niño que conserva parte de su dorado y color originales. Este conjunto de obras maestras está cobijado por un imponente artesonado de madera del siglo XV que en su momento formó parte del sotocoro de la iglesia de Santa Marina de don Juan en León. La pieza se encuentra en perfecto estado de conservación y se señala que no ha sido restaurada. En su superficie, totalmente pintada, se ven unas deliciosas escenas religiosas y profanas realizadas en un estilo primitivo que destila gran frescura y espontaneidad. Los Várez Fisa comenzaron a comprar arte en la década de los sesenta y reunieron cuatro colecciones especializadas: la primera de pintura y escultura española del Románico a Goya, de la cual formaban parte las obras mencionadas; la segunda de arqueología mediterránea, integrada por ciento ochenta y tres piezas que fueron también donadas al Museo Arqueológico Nacional, y las dos restantes son de cerámica hispano musulmana de los siglos XV al XVIII, y de platería española, americana y portuguesa de los siglos XV a XVIII. Como bien señala Miguel Zugaza, director del museo, la familia Várez Fisa es un ejemplo de auténtica filantropía que ojalá sea imitado por otros coleccionistas.


El joven gallero

La colección Abelló

El soberbio Palacio de Cibeles, antiguo Palacio de Telecomunicaciones ubicado frente a la famosa fuente de Cibeles, se transformó hace unos años en el espacio de exposiciones conocido como Centro Cibeles, en el cual se ha desarrollado el programa Mecenazgo al Servicio del Arte, cuyo objetivo es la presentación de importantes colecciones privadas de arte español, como la de la Casa de Alba, Helga de Alvear y Masaveu Peterson. La exhibición actual está dedicada al acervo de Juan Abelló, que consta de unas quinientas obras que van del Renacimiento a la actualidad, y de las cuales algunas piezas archiconocidas, como El joven gallero, de Bartolomé Esteban Murillo; El olfato,de José de Rivera o La estigmatización de San Francisco, de El Greco, se han visto en exposiciones nacionales e internacionales, pero por primera vez se muestra un conjunto de ciento sesenta obras excelsas que revelan la sensibilidad y el buen gusto de este coleccionista.

La oportunidad de disfrutar estas dos magníficas muestras da lugar a la reflexión en torno a la importancia del coleccionismo tanto público como privado, actividad tan antigua como el hombre mismo. Esto encuentra eco en las noticias recientes sobre el debate que ha levantado tolvaneras en España ante la decisión del gobierno de Mariano Rajoy de no dar curso a la Ley de Mecenazgo que se venía prometiendo, y que tiene que ver con una serie de medidas de desgravación fiscal a la inversión en cultura. Leyes como ésta han hecho posible la creación de las colecciones más importantes del mundo y han propiciado generosas donaciones a los principales museos públicos que se benefician de alianzas estratégicas con los mecenas. Algunos coleccionistas realizan daciones en pago de impuestos con obras artísticas, como es el caso de Abelló en el Museo del Prado y en el Reina Sofía. Es muy lamentable que en nuestro país no contemos en absoluto con estímulos fiscales para incentivar el coleccionismo y la participación privada en el enriquecimiento del patrimonio artístico de la nación.