Opinión
Ver día anteriorDomingo 16 de octubre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
El Despertar

Pragmatismo y lealtad

Bajo la Lupa

Furia de 99% de la humanidad contra 1% de la parasitaria plutocracia global

José Agustín Ortiz Pinchetti
Alfredo Jalife-Rahme
A la mitad del foro

Reforma menguante

Telescopio

Se extiende el enojo

León García Soler
El Buscón
Desde otras ciudades

Cuando el techo es calle

Mar de Historias

La ventana en la torre

Cristina Pacheco
¿La Fiesta en Paz?

Juan José Padilla, pundonor y tragedia en Zaragoza

¿A qué teme realmente la afición de México?

Indignación, el denominador común
L

as protestas que se desarrollaron ayer en más de 900 ciudades de 82 países han colocado en un nuevo nivel de visibilidad el descontento social que recorre el mundo en la hora presente, expresado en variedad de formas e intensidades: desde los disturbios registrados en Roma, Italia, que se saldaron con decenas de detenidos, hasta las expresiones pacíficas que tuvieron lugar en varias urbes mexicanas, pasando por el retorno de los indignados españoles a la Puerta del Sol, las movilizaciones masivas efectuadas en Chile –donde desde hace meses se desarrolla un movimiento estudiantil que demanda reformar el modelo educativo–, y el mensaje emitido en Londres por el fundador de Wikileaks, Julian Assange, ante cientos de inconformes.

Leonardo Páez
El Correo Ilustrado

Desprecio en los Panamericanos hacia culturas autóctonas

E

s absolutamente intolerable e irresponsable la actitud que tuvieron los organizadores de los XVI Juegos Panamericanos al excluir y discriminar a los huicholes de su participación, aun con la petición que por escrito les hicieron llegar. El espejismo de la modernidad y su avidez por el oro les impiden ver la riqueza de nuestros grupos indígenas y nos muestran el poco interés y el desprecio que se tiene por parte de esas autoridades hacia nuestros propios valores culturales. Protestamos por esta actitud y exigimos que se respete el centro ceremonial de Wirikuta, que forma parte del patrimonio histórico y cultural del pueblo huichol.

Y la crisis, ¿viene o ya estaba?
T

ranscribo fragmentos de escritos que llegaron a raíz de mi artículo del 2 de octubre, precisamente sobre la crisis en lo internacional y en México. Esta claro que ya estamos en crisis... en mi caso tres años sin un trabajo formal, mi economía cayendo en picada, y también la de todos mis familiares y todas las personas conocidas. Es difícil pero hay que reconocer que debemos empezar de cero... Nadie quiere nuestro trabajo, ni pagar por ello. Entonces necesitamos compartir algunos tips de qué hacer, pero partiendo de analizar la realidad, de qué nos llevó a esta situación; por lo pronto yo voy a crear unos huertos familiares en el patio de mi casa...

Antonio Gershenson
Para cambiar el régimen
A

l observar las tribulaciones de Barack Obama ante la gran división que los ululantes de la derecha estadunidense quieren convertir en hoyo negro, uno tiene la tentación de emular a algún Sherlock Holmes tlahuica y exclamar: ¡Elemental!, la crisis económica es política. Y cosa igual puede decirse luego de registrar las idas y venidas del egoísmo teutón o la frivolidad no menos pichicata de Nicolas Sarkozy. Para no hablar de los disminuidos gobiernos de la península, donde manda la rendición disfrazada del triste lamento de José Luis Rodríguez Zapatero, quien cree y proclama haber salvado a la patria al rendirse sin mayor trámite ante los mercados que había presumido poner en orden. Es la política, pues, dirían el doctor Obvio y sus discípulos.

Las elecciones en España
H

oy los problemas del mundo se repiten. En Italia, Berlusconi es atacado con razón y, dados los antecedentes, todo indica que saldrá adelante del problema. Ese problema no lo acabo de entender porque razones hay de sobra, por lo que parece, para que Berlusconi deje el poder. Sin embargo, una especie de magia lo mantiene allí, pese a las múltiples acusaciones en su contra.

Rolando Cordera Campos
Néstor de Buen
Bolivia: neodesarrollismo o alternativa al capitalismo
L

a conquista del gobierno por una rebelión masiva obrera, campesina y popular, que impone un parlamento de mayoría indígena y un presidente uru-aymara cuya lengua materna es el aymara, no cambia el sistema social imperante en el país, su inserción en el mercado capitalista mundial ni el carácter del Estado. A pesar de todas sus consecuencias importantes sobre las relaciones de fuerza entre las clases y los sectores sociales –o sea, sobre el funcionamiento del Estado, que es expresión de la misma– no es, sin embargo, más que un momento en un proceso en el que todos los días hay que conquistar nuevos cambios sociales, so pena de recaer en lo que las movilizaciones quieren cambiar.

La cosa más importante del mundo
Foto
Estadunidenses indignados se manifiestan en la ciudad de Los Ángeles Foto Elizabeth Coll
Guillermo Almeyra/ I
Naomi Klein
El drama de la retracción laboral en Estados Unidos
L

a gravedad de la situación económica en Estados Unidos está fuera de duda. ¿Qué aspectos de la economía vecina debiéramos tomar en consideración para reconocerlo? Muchos. Sin duda. El producto, la inversión, el empleo, el salario, la productividad, la balanza comercial, la balanza de pagos, la deuda gubernamental, la deuda de los hogares y las empresas, el crédito. Y muchos más.

El Altar a la Patria
P

robablemente muchos lectores no tienen idea a qué me refiero. Está en Chapultepec y muchos lo conocen como el Monumento a los Niños Héroes. Efectivamente eso es, aunque desde su inauguración, el 27 de septiembre de 1952, se le nombró Altar a la Patria. Desde entonces aquí se llevan a cabo ceremonias cívicas que honran gestas patrióticas. Está compuesto por seis columnas de mármol coronadas por águilas y llamas. En el centro, La Patria sostiene en sus brazos a uno de los cadetes caídos y junto a ella otro cadete está de pie con gesto heroico. Es obra del arquitecto Enrique Aragón y del escultor Ernesto Tamariz. Se supone que aquí yacen los restos de los seis cadetes que defendieron el antiguo Colegio Militar durante la infame invasión estadunidense.

José Antonio Rojas Nieto
Ángeles González Gamio
De plumaje incandescente
A

cepté la invitación al Encuentro Internacional de Escritores en Monterrey como sonámbula, movida por la convicción de W de que aceptar invitaciones como ésta me hace bien. Le creo, como le he creído desde que, en imitación del mito del ave que resurgió de sus cenizas, me puse, por así decirlo, en sus manos al renacer. Con qué responsabilidad lo estaría invistiendo si no fuera porque él es un ser tan libre que no se dejaría investir de ningún mito, y menos de uno que en su disfraz, mantra o identidad, según se quiera entender, lleve puestas un par de alas, pues supongo que, molesto, en cuanto las viera las espantaría (aunque los pájaros le encantan).

Borrar de la memoria al cine mexicano
D

esde hace ya largos años, y de manera recurrente, se producen en los medios y en las cámaras legislativas sendas discusiones en torno al apoyo estatal efectivo que debe darse al cine mexicano, ante la evidente invasión en cartelera de la oferta hollywoodense. El debate ha sido hasta la fecha estéril. La hegemonía del cine estadunidense sigue incuestionada y lo que se le opone, tímidamente, es el triunfalismo en declaraciones oficiales que hablan de la buena salud de nuestro cine con una producción de alrededor 70 títulos por año, cifra mágica que se considera, por sí sola, un gran logro. La realidad es más desoladora.

Bárbara Jacobs
Carlos Bonfil