Opinión
Ver día anteriorDomingo 16 de octubre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
El Altar a la Patria
P

robablemente muchos lectores no tienen idea a qué me refiero. Está en Chapultepec y muchos lo conocen como el Monumento a los Niños Héroes. Efectivamente eso es, aunque desde su inauguración, el 27 de septiembre de 1952, se le nombró Altar a la Patria. Desde entonces aquí se llevan a cabo ceremonias cívicas que honran gestas patrióticas. Está compuesto por seis columnas de mármol coronadas por águilas y llamas. En el centro, La Patria sostiene en sus brazos a uno de los cadetes caídos y junto a ella otro cadete está de pie con gesto heroico. Es obra del arquitecto Enrique Aragón y del escultor Ernesto Tamariz. Se supone que aquí yacen los restos de los seis cadetes que defendieron el antiguo Colegio Militar durante la infame invasión estadunidense.

Hace unos días acompañamos a los cronistas de la ciudad que se agrupan en la asociación que preside Jaime Valverde a colocar ahí una ofrenda y rendir una guardia de honor. Como en todo acto en que se canta el Himno Nacional y se recuerdan valores cívicos, hoy con tanta frecuencia tachados de patrioterismo, a mí me causa gran emoción.

Una grata experiencia fue llegar al viejo bosque, temprano por la mañana, oler la tierra mojada y escuchar el trino de los pájaros. El acceso más directo sería por la calzada de la Juventud Heroica, mejor conocida como la Puerta de Leones. Hay que atravesar una soberbia verja de hierro, que realizaron el herrero N. Norris y el escultor J. Tovar. La puerta se inauguró el 17 de septiembre de 1921. Al final se encuentra el Altar a la Patria. Ahora ese acceso está clausurado por la construcción de la absurda y costosísima Estela de Luz, que se supone que va a conmemorar el bicentenario de la Independencia.

Ello no impide recorrer la calzada y admirar las esculturas de bronce fundido de cuatro imponentes leones que franquean sus laterales. Se yerguen sobre pedestales de granito proveniente de Zacatecas. Su creador fue el artista francés Gardet y las realizó para que adornaran el palacio legislativo que había mandado construir Porfirio Díaz para inaugurarlo en las fiestas del centenario. La obra se atrasó, se inició la revolución y el edificio, que se asemejaba al Capitolio de Washington, quedó inconcluso. Años más tarde lo que iba a ser la gran cúpula se aprovechó para convertirla en el Monumento a la Revolución.

Continuando con el paseo llama la atención lo limpio que está el bosque (por lo menos a esa hora), la jardinería bien cuidada y arte por todos lados. Hay en los caminos una interesante muestra de imágenes de fauna y flora endémica del lugar y en la calzada, grandes fotografías con el tema del corazón en la naturaleza, de la artista Claudia Lizaldi. Si camina un poco más, hasta la Casa del Lago, puede admirar las águilas reales de la pintora Carmen Parra.

El disfrute del añejo bosque nos hizo recordar que este fue el primer lugar en donde se establecieron los mexicas a su llegada a la cuenca. Al poco tiempo fueron expulsados por los pueblos vecinos, lo que los obligó a continuar con su peregrinar hasta que encontraron el sitio señalado por sus dioses. Sin embargo, nunca se olvidaron de Chapultepec; años más tarde, ya convertido en pueblo vencedor, forjador de la gran Tenochtitlán, erigieron un adoratorio en lo alto del cerro que había sido su primera casa y el lugar se convirtió en sitio de recreo de los reyes aztecas. No pudimos dejar de evocar al rey filósofo Nezahualcóyotl, quien gustaba de pasar temporadas en este lugar, en donde sembró venerables ahuehuetes y seguro se inspiraba para su maravillosa poesía.

Entre la caminata y las cavilaciones llegó la hora de comer. Hoy tiene que ser comida mexicana. Alguien propone la Fonda del Refugio, situada en la calle de Liverpool 166. Desde hace 54 años ocupa una linda casa con chimenea, decorada con cobre de Santa Clara, vidrio soplado y papel picado. Aunque no es lo que fue, conserva algunos buenos platillos como la sopa de tortilla y el mole poblano.