Con la presencia de autoridades municipales, estatales y federales, se procedió a la destrucción primeramente de las máquinas tragamonedas, para lo cual, fue utilizada una máquina pesada que una a unas las fue desbaratando.
Dentro de las dos ton y 79 litros de narcóticos que fueron incinerados había mariguana, clorhidrato de cocaína, clorhidrato de metanfetamina, heroína, resina de cannabis, plantas y semillas de amapola.