La oficina del fiscal federal de Manhattan dijo que el autodenominado apóstol durante décadas traficó con mujeres y niñas con fines sexuales, produjo pornografía infantil y destruyó pruebas de delitos.
Los mensajes muestran intercambios entre ambos en 2015, a pesar de que en el alegato judicial se señalaba que ambos acusados por tráfico sexual no habían tenido contacto en más de una década.