Aproximadamente tres mil bailarines de diversos clubes, Casas de Cultura, Faros, entre otros colectivos nacionales y de EU bailaron a lo largo de la calle 20 de noviembre, desde el Zócalo hasta Izazaga.
En una entrevista, Tongolele me explicó en inglés que su 'show' nada tenía que ver con la catarsis que produce sino que era un espectáculo para familias.