La película de 1975 de Steven Spielberg, su segundo largometraje, dejó una huella tan profunda en la cultura que casi ninguna ida al cine, y mucho menos a la playa, ha sido igual desde entonces.
Las crecientes temperaturas de los océanos son particularmente peligrosas para tiburones, atunes y peces espada, ya que el calentamiento hace que sus hábitats de aguas abiertas se vuelvan menos adecuados.