La propuesta se articula a partir del archivo personal de una entomóloga, quien lega a su hija una serie de bitácoras sonoras —grabaciones en casete que documentan su trabajo como investigadora de insectos—.

No sólo es un relato, es un grito colectivo por justicia, señala Vicky Araico.

En esta versión, el personaje griego ha perdido testosterona y lucha por establecer nuevos vínculos.

Esta puesta en escena forma parte de 32 montajes que toman como referencia los problemas particulares de cada estado del país.