El nadador francés completó la prueba en 1 minuto y 52.61 segundos, superando la marca de 1 minuto y 54 segundos impuesta por el estadunidense Ryan Lochte en 2011.
El nadador encabezó desde el primer largo y en medio de ovaciones de un público enloquecido de alegría paró el crono en 2:05.85, nuevo récord olímpico.