Desde enero, la Coprisem realiza operativos de verificación en los negocios de este giro en los 125 municipios mexiquenses.

Señalan que la insuficiencia de los formatos ha generado que los restos de quienes fallecen en sus domicilios no puedan ser sepultados.

Señalan que entre 40 y 50 por ciento de los empleados ya se han infectado y piden a las autoridades incluirlos en vacunación.

El jefe de la asociación de directores funerarios del estado afirma que las morgues se están llenando en momentos en que Estados Unidos se acerca a la cifra macabra de 350 mil decesos.

Las funerarias en México son un óptimo negocio y un entierro llega a ser una exhibición de estatus y poder, desde el lujo del ataúd hasta el de la carroza.

Los verificadores de Coprisem cancelaron actividades en Ecatepec, Tecámac, Toluca, Zumpango, Ixtapaluca, Cuautitlán Izcalli, Nezahualcóyotl, Teotihuacán, Santa María Rayón, Xalatlaco y Acolman.

Sin importar la causa de muerte, en los velatorios del IMSS todos los cuerpos se incineran.

Los familiares llevaron a su difunto a una funeraria, la cual fue clausurada, y sin avisar de la causa de muerte realizaron el velorio.

"En este momento tenemos 50 cadáveres. ¡Nos llegan todo el tiempo!" dice empleada en una funeraria en la capital francesa.