El presidente ruso acusó que se trata de un "juego peligroso" que puede derivar en conflictos armados. “Va a dañar las relaciones entre Moscú y Washington” aseguró el mandatario.
El miembro de la OTAN activó en respuesta aviones de combate F-16. Fue el tercer ataque fuerte con misiles de Rusia contra Ucrania en los últimos cuatro días.