Tras la muerte cerebral de un rescatista, se realizó la procuración de riñones, córneas y tejido musculoesquelético, órganos que fueron enviados a Jalisco.
Los padres de Pablo, de 24 años, donaron sus órganos y tejidos en beneficio de 106 personas; piden que no haya más víctimas inocentes por la delincuencia.