El Black Friday está lejos de ser el evento de ventas que congregaba multitudes en los centros comerciales a medianoche o el caos de ofertas hace solo décadas.
Los sindicalistas en más 120 tiendas y 85 ciudades del país demandan aumentos salariales y la resolución de denuncias por prácticas laborales desleales.
En una jornada marcada por el uso de la tecnología de inteligencia artificial (IA) para encontrar las mejores ofertas, el monto de ventas superó en 10.2 por ciento al de igual día de 2023.
Algunos abrieron el jueves por la noche para aprovechar el impulso comprador, como el centro comercial a cielo abierto Citadel, cercano a Los Angeles, California.
Los empleados de decenas de países –entre ellos Estados Unidos, Alemania, Francia y Japón– fueron llamados a protestar uniéndose a una campaña denominada “Make Amazon pay” (Hacer que Amazon pague).