Ciudad de México. A pesar de que el empleo muestra señales de recuperación al mantenerse estable en este año en América Latina y el Caribe, persisten retos y desigualdades, pues casi la mitad de las personas trabajadoras siguen en la informalidad, y en algunos países alcanza 70 por ciento, de acuerdo con el informe Panorama Laboral 2025 para la región de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Durante la presentación, representantes del organismo señalaron que las proyecciones para 2026 anticipan una desaceleración de crecimiento con una tasa del Producto Interno Bruto del 2.3 por ciento, 0.1 menos que este año, por lo cual “sin inversión en trabajo decente no habrá justicia social ni desarrollo sostenible en nuestra región”, aseguró Ana Virginia Moreira, directora regional de la OIT. 

La participación laboral se mantiene en torno al 63.3 por ciento sin cambios notorios con respecto al año anterior, mientras que la tasa de ocupación aumentó ligeramente hasta el 59.6 por ciento, un incremento del 0.4 puntos porcentuales con respecto al mismo periodo de 2024. 

“Este comportamiento de la tasa de participación y la mejora de la ocupación hizo que región registre en la primera mitad de 2025 la tasa de desocupación más baja en los registros de los últimos años, alcanzando un 5.8 por ciento, que confirma la recuperación post pandemia”, informó Gerson Martínez, especialista del organismo. 

En cuanto a los sectores de actividad económica, los terciarios, es decir, la educación, hoteles y restaurantes y transporte presentan un crecimiento en cuanto a la ocupación, con tasas de 2.6 , 3.2 y 4.7 por ciento respectivamente. 

Por otro lado, aquellos con tasas de crecimiento negativas son los hogares como empleadores con -2.9 por ciento, la agricultura (-0.7), la administración pública ( -0.7) y la construcción (0.1). Que afecta a las personas ocupadas con bajo nivel educativo, por lo cual, tienden a tener mayores niveles de informalidad y menores ingresos, mencionó Martínez. 

Aunque la informalidad muestra una tendencia a la baja desde 2021, aclaró que todavía es insuficiente para modificar esta característica estructural en el mercado de trabajo. En esta condición está casi una de dos personas ocupadas, alcanza una tasa cercana al 47 por ciento en promedio regional, pero hay diferencias significativas entre países, como Uruguay y Chile que tienen tasas de informalidad cercanas al 25 por ciento, mientras Perú y Ecuador sobrepasan el 70 por ciento. 

Por tanto, indicó que se requiere diferenciar las condiciones de informalidad por país para atender las diferentes realidades, a pesar de un rasgo compartido en la región.