La Cámara de Diputados aprobó esta tarde una nueva Ley de Desarrollo Sustentable de la Cafeticultura, que incluye la creación de una Comisión Nacional para el Desarrollo de esa actividad, para mejorar la cadena de producción del grano, donde participan más de 500 mil personas.
En tribuna, Leticia Barrera Maldonado (PRI) explicó el alcance de la propuesta y alertó que, pese a la calidad del café mexicano, la gran mayoría de los productores “enfrenta rezagos acumulados, como la alta vulnerabilidad a plagas y enfermedades”, además de “insuficiente integración de la cadena de valor”.
Ante ello, dijo, la expedición de la ley facilitará el surgimiento de “instancias de diálogo y coordinación entre productores, comercializadores, industria y gobierno”; fortalecerá “la generación de información para la toma de decisiones públicas y privadas, e impulsará “la inversión, la asistencia técnica, la renovación de plantaciones, el manejo fitosanitario y el fortalecimiento de capacidades”.
En lo general, el dictamen se aprobó por unanimidad y, ya en lo particular, se aprobaron reservas de la bancada de Morena.
El coordinador del grupo, Ricardo Monreal Ávila, expuso que sus observaciones –las únicas aceptadas-- se relacionan con temas como reafirmar que el café “es un producto básico y estratégico, cuya producción debe contribuir a la seguridad alimentaria del país”.
De igual forma, se amplió la definición de la ley para reconocer a todas las personas físicas y morales que participan en la cadena productiva, y priorizar el uso de semillas criollas y nativas, entre otros puntos.
Aprovechó para resaltar que, en contraste con otras sesiones, ayer “no hubo discursos de odio” y se aprobaron “diez dictámenes por unanimidad, y todos provenientes de iniciativas de diputados”.
Se agregó dar prioridad al uso de semillas criollas y nativas y se redefinió el Sistema Nacional de la Información de la Cafeticultura. Además, dar especial atención a las áreas naturales protegidas.
Por su parte, Adrián González Naveda (PT) destacó que la norma prevé una Comisión Nacional para el Desarrollo de la Cafeticultura, con atribuciones para fomentar la coordinación entre el gobierno federal, los representantes del sector cafetalero y los “grandes compradores” del grano, a quienes señaló de prácticas de acaparamiento.
Asimismo, se creará un comité de comercialización y seguimiento de precios del café, para garantizar que los cafeticultores reciban más por sus productos, pues “aunque la bolsa tiene muy buen precio, luego le quieren andar comprando a seis o siete pesos el kilo a nuestros productores”.