La inversión del sector privado en la industria energética mexicana será un éxito que permitirá avanzar en la generación, transmisión y distribución eléctrica, previó José Antonio Rojas Nieto, subsecretario de electricidad de la Secretaría de Energía.

“La participación privada es muy importante en la transmisión para que se la jueguen en la fibra con nosotros, para que nos presten los bancos”, comentó luego de participar en el 33 Congreso Nacional de Ingeniería Civil, organizado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México.

Rojas Nieto expuso que la energía es de exclusividad nacional, y que para financiarla se requiere de bancos, agencias de desarrollo y de inversionistas que vean en la fibra de transmisión un mecanismo de ahorro.

“La industria eléctrica va por delante y va a respaldar inversiones y rendimientos”, agregó.

Calculó que solo para este sexenio se requieren en generación 35 mil o 40 mil millones de dólares, mientras que para transmisión se necesitan 52 mil millones de dólares.

Para distribución, en una primera etapa de centros inteligentes y generación distribuida se requieren cerca de 60 mil millones de dólares.

Aclaró que esas proyecciones son totales, donde al menos 54 por ciento será generado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de acuerdo con los objetivos del gobierno.

El 46 por ciento restante corresponderá a la inversión privada, ya que esta meta de la administración de Claudia Sheinbaum busca garantizar la autosuficiencia energética y fortalecer el papel del Estado en el sector eléctrico.

Este esquema se ha alcanzado en parte mediante la adquisición de plantas de generación privadas por parte de la CFE, como las de Iberdrola.

“Tenemos que cuidar que el Estado tenga en promedio un poco más de la mitad de la energía para ser garante de la seguridad y la confiabilidad”, comentó Rojas Nieto.

A su vez, el funcionario destacó que el sector necesita fortaleza en su infraestructura, justicia energética, planeación vinculante, transición, regulación inteligente y empresas de Estado que ofrezcan seguridad y confiabilidad.

De acuerdo con la Secretaría de Energía, la justicia energética consiste en llevar electricidad a los hogares que no cuenten con ella, para lo que habrá dos nuevos programas. Uno de cocinas limpias para sustituir el uso de leña y otro relacionado con la instalación de paneles fotovoltaicos en los hogares del norte del país.