Testimonios de 16 pacientes de cánceres hematológicos se exponen desde ayer en la galería abierta de Paseo de Reforma, contiguo a las oficinas centrales del IMSS, para generar conciencia social sobre la enfermedad y las personas que la enfrentan.

Uno de ellos es Patricio Miguel González Huerta, a quien diagnosticaron leucemia mieloide crónica cuando tenía 36 años. Casado y con tres hijos, inició su tratamiento en el IMSS pero le daban una probabilidad de supervivencia de tres o cuatro años e inclusive tramitó su pensión para su esposa.

Hoy tiene 60 años y es instructor de yoga. Contó en entrevista que después de tres años de quimioterapia recibió un trasplante de médula ósea de una de sus hermanas que lo salvó, aunque debió enfrentar la “enfermedad de injerto contra huésped”, que es una complicación frecuente cuando las células donadas reaccionan ante el tejido extraño del paciente y lo atacan.

El tratamiento fue prolongado, hasta cinco años después comenzó a salir de casa y a los ocho años le dieron la noticia de que el cáncer había desaparecido y como una respuesta a todo el apoyo que él recibió de su familia, por el cuidado que dieron a su esposa y a sus hijos, así como de muchas personas más que ayudaban con donaciones de sangre y de otras maneras, se dedicó a apoyar a personas con cáncer hematológico, primero por su cuenta y después con una asociación que fundó, Ameleg (Asociación Mexicana de Leucemia y Gist) y con otras más.

“Saber que había gente que no me conocía y que me apoyaba de manera desinteresada me hizo entender que ese era parte de mi camino”. En ese proceso comenzó a practicar yoga y desde hace 14 años se hizo instructor.

La exposición: “Vivir con cánceres hematológicos. Historias de silencia”, instalada por la Secretaría de Cultura capitalina y la asociación Unidos Pro Trasplante de Médula Ósea “Francisco Casares Cortina”, permanecerá durante todo septiembre con motivo del Mes de la concientización de los cánceres hematológicos.

En el acto inaugural, Gabriela Camargo Suárez, expuso también su experiencia como paciente de mieloma múltiple, primera que recibió un trasplante de médula ósea realizado de manera ambulatoria en el Instituto Nacional de Cancerología, que dijo le permitió enfrentar el proceso cerca de su familia.

“Estoy aquí –dijo–gracias al tratamiento médico y los avances de la ciencia, y por el amor tan inmenso de mis hijos Danny, Diana y de toda mi familia. Me enseñaron que aunque la vida nos ponga pruebas duras, el amor puede ser la fuerza que nos devuelve la esperanza y hoy no hablo como paciente, sino como madre y mujer que aprendió a volver a sonreír y mi mayor deseo es que cada persona que padece Mieloma Múltiple y encuentre la misma oportunidad”.

Paulina Rosales Pérez, presidenta de Unidos, señaló por su arte que esta exposición es un homenaje a los pacientes y a sus cuidadores, al personal médico de las clínicas y hospitales, a quienes laboran en los laboratorios “y también en memoria de quienes perdieron la vida en la batalla porque cada vida es una historia que merece ser contada”.