Chilpancingo, Gro. Habitantes del municipio indígena mixteco de Ayutla de los Libres, en la Costa Chica de Guerrero, aseguraron que en sus comunidades “se vive en un ambiente tenso, de zozobra y de mucho coraje”, y exigieron justicia por los asesinatos de diez integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg) durante una presunta emboscada ocurrida el fin de semana, que asimismo dejó cinco lesionados.
Vía telefónica, dieron a conocer que dos de los cinco policías ciudadanos heridos continúan en el hospital IMSS-Bienestar de la cabecera municipal, mientras “en las comunidades aledañas, también los pobladores están muy molestos y medrosos, porque ahora se sienten desprotegidos, debido a que la Upoeg era la que realizaba recorridos de vigilancia y seguridad por sus pueblos”.
Explicaron que durante el ataque “los compas (policías ciudadanos) sólo llevaban sus escopetas reglamentarias, pero los mataron con armas de alto poder”.
Acusaron que a dos días de la agresión a la Upoeg, ni el gobierno del estado ni el federal han fijado sus posturas, y tampoco han indicado el número exacto de personas fallecidas en la supuesta emboscada.
Los lugareños señalaron que ocho de las 10 víctimas eran originarias de la comunidad El Cortijo, una de Coanacazapa y la otra de Plan del Bajío.
Los ocho policías de la Upoeg oriundos de El Cortijo fueron identificados como Juan Navarrete Jiménez, Humberto Navarrete León, Carlos Castro Abarca, Benito Meneses Abarca, Francisco León Villalba, Sofío Meneses Gutiérrez, Rubén Santos Victoriano y Alberto Vargas Jiménez; se desconoce el nombre de los otros dos elementos.
Los miembros de la Upoeg fueron sepultados en El Cortijo como héroes y “el pueblo se reunió para despedir a los hombres valientes, que entregaron su vida por defendernos”, publicó una plataforma de Internet.