Ciudad de México. Al salir en defensa del coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, el presidente de la cámara alta, Gerardo Fernández Noroña, aseguró que no son equiparables los casos de su correligionario y Hernán Bermúdez con el de Genaro García Luna y el ex presidente Felipe Calderón.
Como elemento distintivo, dijo que García Luna está preso, confeso y sentenciado. “O sea, falta un rato para que eso suceda con este otro funcionario y para que haya verdaderos elementos para saber si hay una responsabilidad no política, sino jurídica del compañero Adán Augusto López Hernández”.
En conferencia de prensa, insistió en que se trata de casos “brutalmente diferentes”, pues el proceso contra el exsecretario de Seguridad Federal ya concluyó y fue sentenciado en un tribunal de Estados Unidos, de manera que nadie puede decir que fue una persecución política.
Fernández Noroña también denunció que hay una campaña mediática en contra de su coordinador en la que ya se le enjuicio y sentencio de manera inmediata.
Como parte de ese “golpeteo”, estimó que se ha hecho de “La Barredora” un gran grupo criminal. A ver ¿quién había oído hablar de La Barredora? ¡Nadie! O sea, a nivel local, a la mejor. A nivel nacional eso no había trascendido. Y ahora es el gran grupo criminal, que, hombre, creo que es más peligroso que El Chapo, ironizó.
Consideró que López Hernández es un “gran operador político” y va a seguir haciendo su tarea “a menos que salieran evidencias contundentes en su contra, que yo en este momento no las veo”.
Descartó así que vaya dejar la coordinación de los senadores morenistas, aunque resaltó que las campañas de desprestigio desgastan.
Estimó que el liderazgo del tabasqueño está intacto, pero eso no quiere decir que el golpeteo no le haga mella, “pues ni que fuera de hule”.
Fernández Noroña señaló que el funcionario tiene una responsabilidad política en lo que hace su equipo de trabajo, aunque más adelanto matizó al destacar que en la polémica de López Hernández, este tendría responsabilidad política a partir de la sentencia de la persona que hoy está prófuga.
