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'28 Years Later', visión del mundo luego del 'Brexit' con ideas sobre nacionalismo

Fotogramas: película 28 años después. Sobre estas líneas de la cinta 28 días después
20 de junio de 2025 07:52

El zombi nunca ha sido una metáfora particularmente sutil, en su ola descerebrada y babosa de consumismo masivo e histeria colectiva. Fue una buena elección para el director Danny Boyle, quien casi siempre opta por la bravuconería y el ruido, porque sabe que eventualmente lo llevará a una imagen tan impactante como la de Cillian Murphy, con bata, caminando desconcertado por un desolado puente de Westminster.

Ese momento fue la joya de la corona de 28 días después (2002) y, ahora, 23 años después, tenemos 28 años después, en la que Boyle y su coguionista Alex Garland retoman el género que ayudaron a reinventar. Es bastante común que los zombis corran rápido, ataquen con inteligencia y nunca se les llame zombies: basta con mirar The Last of Us. Boyle y Garland fueron claves para consolidar ese nuevo estándar.

Colapso de la sociedad

La pregunta aquí, entonces, es qué más hay que decir. La idea original era contundente pero simple: que nuestra facilidad para enojarnos es en sí misma una señal del colapso de la sociedad, y que la diferencia entre monstruo y hombre no es tan clara como nos gustaría pensar. 28 Years Later es una visión de este mundo posterior al Brexit, consciente del covid, con ideas sobre nacionalismo, aislacionismo y cultura instrumentalizada. Pero es contundente y simple, una vez más.

Para explicar el final de 28 semanas después, la secuela inicial de 2007 que esta nueva entrega ignora en gran medida, se nos dice virus de la rabia británico llegó a Francia, pero fue atendido con prontitud. (Me gusta imaginar que los franceses simplemente lo ignoraron con un bof, pas de problème). Reino Unido está completamente solo. En la isla de Lindisfarne, frente a la costa de Northumberland, una pequeña comunidad ha regresado a las prácticas tradicionales: los hombres son enviados a recoger a los infectados como conejos como rito de paso, mientras que las mujeres se quedan en casa para preparar el ayuntamiento para bailes y melodías populares (en realidad es Delilah de Tom Jones, que tocan como una balada antigua, un detalle inteligente).

Spike (Alfie Williams) emprende su primer viaje a tierra firme con su padre, Jamie (Aaron Taylor-Johnson). Hablar de un superviviente solitario, el doctor Ian Kelson (Ralph Fiennes), lleva al niño a pensar de forma imprudente en lo que podría hacer por su madre, Isla (Jodie Comer), enferma y postrada en cama. Hay nuevas categorías de infectados con las que lidiar, incluyendo a los lentos, que se arrastran y chupan gusanos, y los alfas, los líderes más grandes y fuertes de las manadas de zombis.

Martillazo metafórico

Comenzamos con la imagen de sangre salpicando un televisor que muestra a los Teletubbies y, más tarde, nos fijamos en una toma de una bandera inglesa ardiendo: nada es demasiado obvio para Boyle. Las secuencias entrecortadas de los infectados, las salpicaduras de infrarrojos, el audio del poema Boots de Rudyard Kipling de 1903 (como ya se escucha en el tráiler viral de la película) y los fragmentos de Enrique V (1944) de Laurence Olivier, empiezan a parecer demasiadas variaciones de la misma idea. Ver a un zombi ejecutar un remate de Mortal Kombat a alguien le gusta una vez, pero resulta un poco repetitivo la tercera.

Pero aunque 28 años después parezca un martillazo metáforico, Boyle sigue siendo un cineasta convincente, y la película se distingue de la primera entrega al ofrecer algo claramente más sentimental y mítico que antes. Comer demuestra ser el contrapeso clave, y su interpretación muestra una franqueza y vulnerabilidad que convierten a la cinta en la historia del amor de una madre.

Se supone que Fiennes también, apareciendo con la cabeza rapada, está a punto de hacer una imitación del Coronel Kurtz, pero lleva al personaje por caminos sorprendentes. Aún menos predecible es la aparición de Jack O’Connell (aún disfrutando del éxito de Sinners) para adelantar la secuela ya terminada de la película, The Bone Temple. Ésta fue filmada por Nia DaCosta. Murphy está a punto de regresar. La verdadera prueba será ver si estas películas pueden reorientar el género una vez más.

Dirigido por Danny Boyle. Protagonizado por: Alfie Williams, Jodie Comer, Aaron Taylor-Johnson, Ralph Fiennes, Jack O’Connell, Edvin Ryding, Chi Lewis-Parry.

Imagen ampliada

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