Washington. El presidente Donald Trump despidió ayer a Elon Musk como cabeza del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés ), elogió su desempeño y le entregó la llave de la Casa Blanca bañada en oro blanco, en reconocimiento a su labor, aunque afirmó que el dueño de Tesla realmente no se va, estará yendo y viniendo, en una conferencia de prensa en la Oficina Oval donde el multimillonario tecnológico asistió con un ojo morado.

Musk llegó vestido de negro y con gorra, como de costumbre, y con un moretón claramente visible en el ojo derecho.

El multimillonario afirmó que se lo hizo su hijo. Estaba jugando con el pequeño X y le pedí que me golpeara en la cara. Y lo hizo, contó sobre el niño que lo acompañó al Despacho Oval en febrero. No estaba ni cerca de Francia, bromeó el empresario, al aludir en forma irónica a un video reciente en el que se observa a Brigitte Macron dar un manotazo a su marido, el presidente Emmanuel Macron, al salir de un avión frente a la prensa.

Trump elogió su empeño para reducir el gasto público, como rostro visible del DOGE, y condenó los escandalosos ataques, difamaciones y mentiras que, según él, se dirigieron a Musk.

Mus evitó ayer criticar la política presupuestaria de Donald Trump. Hace unos días aseguró que estaba decepcionado con un importante proyecto de ley que examina el Congreso porque lo considera demasiado derrochador.

Para poner fin a los rumores de una ruptura entre ambos, el magnate republicano subrayó: Elon realmente no se va. Tengo la sensación de que DOGE es su bebé y creo que hará muchas cosas después.

Mientras enumeró una lista de recortes que la oficina realizó en todo el gobierno federal, el magnate realizó afirmaciones que el verificador de hechos del diario The Washington Post calificó de falsas o sin contexto. Entre una lista de ejemplos, destaca la afirmación de Trump sobre el ahorro de 59 millones de dólares para habitaciones de hotel de lujo para migrantes indocumentados en la ciudad de Nueva York.

El diario puntualizó que si bien dicha urbe recibió una subvención para albergar a migrantes en el marco del programa de Refugio y Servicios, que creó el Congreso, no se destinó a habitaciones lujosas.

La rueda de prensa se realizó después de que el diario The New York Times reveló que, durante la campaña electoral, Musk consumió grandes cantidades de ketamina, un anestésico con efectos estimulantes, además de éxtasis, hongos alucinógenos y medicamentos.

Tras preguntarle al respecto, el dueño de Tesla comentó: “¿Estamos hablando de The New York Times? Sigamos adelante”. Después acusó al periódico de difundir mentiras sobre la relación Trump-Rusia.

Bajo el liderazgo de Elon Musk, el DOGE emprendió recortes masivos de la ayuda internacional, cerró agencias federales y despidió a miles de funcionarios, pero no alcanzó sus extremadamente drásticos objetivos.

Además, sus acciones estuvieron marcadas por enfrentamientos, a veces públicos, con miembros del gabinete de Trump.

Si bien el dueño de X aseguró que iba a reducir un billón de dólares del despilfarro del gasto público, una cifra considerada poco realista por todos los expertos, el sitio web independiente Doge Tracker estimó que hasta ahora sólo se han ahorrado 12 mil millones de dólares.