Ciudad de México. El nuevo papa León XIV tendrá que “marcar su línea pronto o será sometido por los grupos de poder del Vaticano”, advirtió el doctor Josué Tinoco Amador, académico-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa.
Agrego que “la curia romana, los cardenales y la jerarquía van décadas atrás de las necesidades sociales, y con el papa Francisco avanzaron apenas, porque no quiso abordar ciertos temas y tampoco le dejaron hacerlo” indicó a La Jornada.
En los últimos años la Iglesia católica ha tratado de recuperar su cercanía con la sociedad, particularmente a través de la figura papal. “Francisco, por ejemplo, centró su papado en una visión más social, con un enfoque en temas como la migración y la pobreza, lo que representó un cambio en la relación de la Iglesia con sectores vulnerables y marginados”.
Tinoco Amador agregó que “más allá de los documentos oficiales y encíclicas de Francisco, su impacto radicó en la construcción de una percepción de cercanía con los fieles en su vida cotidiana”.
Asimismo consideró que el mayor desafío de Robert Prevost, será decidir entre aumentar el número de fieles o fortalecer la identidad religiosa de quienes ya forman parte de esa comunidad.
“Aunque ambas pueden parecer complementarias, cada una marca una forma diferente de gestión y acercamiento a la feligresía. Este aspecto determinará la consolidación de grupos religiosos y la manera en que el nuevo Papa abordará su liderazgo dentro de la Iglesia”.
En torno a la reacción del presidente Donald Trump por el primer pontífice estadunidense, el integrante del área de investigación Psicología Política e Identidades de la UAM, señaló que “esa es una estrategia propagnadística más, creo que es una presión para que el nuevo papa le regrese la flor.”
Sostuvo que en el contexto de la política antimigrante de la administración del republicano, que haya sido electo un papa nacido en Chicago, un estado con “amplia población migrante” y que fue misionero en Perú no habla de muchas coincidencias en ese terreno entre el nuevo pontífice y el mandatario de Estados Unidos.
La llegada del nuevo papa marca un punto de inflexión en la relación de la iglesia católica con la sociedad global; sus decisiones y estilo de liderazgo definirán el futuro del catolicismo y su papel en la configuración de valores religiosos y sociales en los años venideros.
El liderazgo del pontífice es clave en la regulación de creencias, estilos de vida y percepciones sobre el mundo y el más allá, afectando a quienes forman parte activa de la iglesia como a aquellos que solo la observan desde afuera, indicó.
Desde una perspectiva psicosocial, la llegada de un nuevo obispo de Roma influye en la configuración del pensamiento individual y colectivo.
“Las expectativas de los creyentes están determinadas por múltiples factores, incluidos sus necesidades personales, deseos y objetivos, así como las dinámicas de sus grupos cercanos como la familia, amigos y colegas”.
Destacó que en términos de percepción generacional estudios recientes señalan que los jóvenes tienen una relación diferente con la religión.
Para ellos, la expectativa sobre el nuevo Papa está más vinculada a la cultura digital y las formas contemporáneas de expresión; “ahora son más cercanos a los memes, a la interpretación jocosa, sin que sea denigrante, no están pendientes de lo que está sucediendo, pero sí envían memes.”
Sin embargo, aún hay jóvenes muy religiosos que participan en los seminarios y para ellos es una cuestión de éxtasis, “porque están en el momento sublime que tiene que ver con la vida religiosa, mientras que para las personas mayores representa un aspecto muy importante porque tiene que ver con su valoración de los logros, éxitos o fracasos”.
De acuerdo con Vatican News, León XIV “es el segundo Pontífice americano, después de Francisco, pero a diferencia de Jorge Mario Bergoglio, el estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, es originario del norte del continente. El nuevo obispo de Roma nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Illinois), hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y de Mildred Martínez, de ascendencia española.”