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Ciudad perdida

Placeres y canonjías de los ministros de la SCJN // Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González, a mano con la derecha // Rosas gratis en el Metro

M

ás que proteger a la Constitución, lo que hicieron los nueve ministros del oprobio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue defender sus privilegios. Se valieron de las formas para descalificar el fondo con el que no están de acuerdo porque los podría sacar del país de las maravillas donde habitan para colocarlos en el México de los problemas diarios de subsistencia.

No, que no se malinterprete. No pretendemos llevarlos a vivir a las partes altas de Iztapalapa, donde Clarita Brugada ha quedado a deber todo a sus habitantes, no. Se trata de que sepan, a ciencia y conciencia, cómo se vive en México para que sus juicios no expresen algo muy lejano de nuestra realidad cotidiana.

Sí, es muy importante que quienes tienen ciertas responsabilidades cuenten con lo necesario para que dediquen su tiempo y su pensamiento al cumplimiento de las tareas que tienen que cumplir, pero llevar al extremo las facilidades que eso implica es ponerlos en un plano fuera de la realidad y sus juicios, por tanto, no serán un acto de justicia.

Y no sólo eso, también juzgan desde el foro de la impunidad, es decir, viven dentro de una burbuja impenetrable y ellos fabrican la verdad jurídica a la medida de sus intereses.

en los corredores de la Suprema conservadora se tiene más que claro que los ministros Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González votarán en contra de todo lo que les pida la derecha. Se cuenta que ambos han confiado a quienes escuchan que, según sus cálculos, Morena no logrará la mayoría calificada en las elecciones de 2024, por lo que ellos podrán seguir caminando por el lado conservador de la ley.

Por eso es necesario decirlo: resulta superficial la decisión de los ministros. Tengamos en cuenta que la Corte invalidó el proceso de reforma de la primera parte del plan B sin que se le estudiara a fondo, porque en ese fondo se tocaban sus privilegios.

De esa forma, lo justo y sensato hubiera sido pedirle a los legisladores que repusieran el procedimiento sin atacar la esencia de los cambios propuestos, pero para no arriesgar trazaron la vía de escape y por ahí, plenos de impunidad, destruyeron una parte importante del cambio que requiere el país.

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▲ Por el Día de las Madres, pasajeras del Metro recibieron una rosa con la tarjeta que tenía rotulado el nombre de la titular de la Secretaría de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes.Foto La Jornada

Y para que quede bien claro, el asunto de ministro Zaldívar no es un problema de conciencia, lo que pasa es que le tiene pavor a las reacciones en redes que lanza la derecha con sus bots y fanáticos. Lo mismo podría decirse de otros, pero no; casi el resto de los nueve son parte de la derecha que ha sumido al país en la desgracia que se vive.

Sería interesante, si de verdad se quiere ir adelante sin poses ni oportunismo, como lo hace Ricardo Monreal, que como no se estudió de fondo el plan B se vuelva a expedir la reforma para que la Corte lo analice a profundidad.

Sí, es cierto, lo van a volver a rebotar, pero también se pondrán, frente a los ojos de los ciudadanos, los privilegios que con el dinero de nuestros impuestos tienen estos jueces; también quedará claro que ellos violan la Constitución al negarse a acatar, por ejemplo, la ley que ordena que sus salarios estén por debajo de lo que percibe el Presidente. Por eso y por todo lo anterior, es necesario elegir a quienes mandan en el Poder Judicial. La reforma urge.

De pasadita

Ni qué decir: la 4T no sólo debe combatir a los de afuera, también está obligada a luchar contra de los de adentro que abusan todo lo que pueden. Ayer en algunas estaciones del Metro, tal vez todas, aparecieron personas que portaban cientos de rosas envueltas de manera individual en celofán para repartir entre las madres trabajadoras.

El gesto sería muy bueno si no fuera porque dentro del paquete iba la tarjeta de la secretaría de Bienestar, Ariadna Montiel, que dice quiere ser jefa de Gobierno y que se pasa, de verdad se pasa, de ambición.

Por cierto, cualquiera de estos días la señora Martha Delgado, hoy subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, anunciará su deseo de competir por la jefatura de Gobierno, aunque dicen que Marcelo Ebrard ya tiene candidata para la ciudad.