Colombo. Los parlamentarios de Sri Lanka designaron ayer a Ranil Wickremesinghe –quien ha sido seis veces primer ministro– para suceder en la presidencia a Gotabaya Rajapaksa, que huyó del país. La decisión amenazaba con reactivar las protestas en la convulsa nación insular del sur de Asia.

El ex mandatario nombró premier a Wickremesinghe en mayo pasado para tratar de llevar estabilidad al país sumido en la peor crisis económica de su historia.

El sucesor, de 73 años, es un político de amplia experiencia en asuntos diplomáticos e internacionales. Ha liderado las cruciales conversaciones sobre el paquete de rescate con el Fondo Monetario Internacional y contó con apoyo de miembros de la fragmentada coalición de gobierno, pero es impopular. La población lo ve como un vestigio del gobierno de Rajapaksa.

Los votos de 134 parlamentarios dieron la victoria a Wickremesinghe por encima del ex ministro del gobierno Dullas Alahapperuma, quien recibió 82 votos.

Los habitantes de Sri Lanka llevan meses protestando en las calles exigiendo la salida de la dirigencia política, en medio de una vertiginosa crisis económica caracterizada por escasez de productos básicos, medicinas y combustibles.

La ira popular está centrada en Rajapaksa y su dinastía política, que ha gobernado Sri Lanka desde hace casi dos décadas, pero muchos también acusan a Wickremesinghe de protegerlos.

La votación del miércoles implica también que Wickremesinghe concluirá el periodo presidencial que termina en 2024. También deberá designar a un nuevo primer ministro.

No tengo que decirles en qué situación se encuentra nuestro país, declaró a los parlamentarios tras su elección. El pueblo no quiere la misma política de siempre, espera que trabajemos todos juntos, añadió.

Pidió al país pasar la página y poner fin a las divisiones.