Política
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Símbolo del viejo régimen

Estamos muy lejos de la época del poder omnímodo

Pertenecía al pasado desde hace mucho, subraya Carrillo Olea

Señala que el México de hoy no permite una repetición de aquellos episodios

 
Periódico La Jornada
Domingo 10 de julio de 2022, p. 7

El ex presidente Luis Echeverría es una figura que se quedó en el pasado del país hace muchos años y el poder omnímodo con el que gobernó no podría repetirse en el México de hoy, de acuerdo con el general en retiro Jorge Carrillo Olea, colaborador de este diario y quien como escolta del ex mandatario lo rescató cuando fue abucheado y apedreado en 1975 por estudiantes en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Aquella era una vida política manejada con mano de hierro y una sola voluntad, que simulaba una democracia, pero en la que lo que salía de Los Pinos era indiscutible, recuerda Carrillo Olea respecto a los años en que gobernó Echeverría, titular del Ejecutivo de 1970 a 1976.

Al enterarse de la muerte del ex presidente, quien falleció la noche del viernes a los cien años de edad, Carrillo Olea señala en entrevista que sintió pena, pero no la pena de perder a alguien estimado o querido, para la edad que tenía eso ya se daba por hecho, pero se despiertan en mí una serie de recuerdos y nostalgias. Lamento el cuadro en general.

Su fallecimiento en sí, afirma el también ex gobernador de Morelos, no tiene un significado mayor para la vida del país, pues tenía muchos años separado de toda actividad pública. Pertenecía al pasado desde hace mucho rato. Se quedó en un momento dado, en aquellas fechas (2009) en las que se vio sujeto a un juicio penal en el que resultó excluido de responsabilidades. Yo creo que ahí pasó a la historia.

En la época en que gobernó Echeverría, reflexiona Carrillo Olea, la vida política era manejada con una sola estructura de poder, era una democracia figurada, de discurso, pero totalmente inexistente.

En materia de libertades políticas, asegura, hay un mundo de diferencia entre el México de hoy y el de la época de Echeverría. En ese tiempo, recuerda Carrillo Olea, desde Los Pinos se nombraban gobernadores, senadores, diputados, presidentes municipales. Los partidos políticos hacían lo que podían, o lo que querían o lo que les convenía, pero siempre sujetos al mandato supremo de Los Pinos.

Ahora el país está muy lejos de ello. Hoy el Presidente no tiene el poder omnímodo que tenía el presidente Echeverría, para bien, creo yo.

En su visión, el México de hoy no permite una repetición de aquellos episodios propios de la estructura política y social de ese momento. Estamos muy lejos de eso. Tenemos una sociedad más demandante de información y participación.