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México SA

Banca: de videntes y utilidades // Recado al facineroso de Jalisco

E

n sus análisis recurrentes, los videntes que trabajan al servicio de la banca que opera en el país han sido catastrofistas sobre el futuro mediato e inmediato de la economía nacional y algunos de ellos incluso han estimado que la caída del producto interno bruto superaría 10 por ciento en este pandémico año. Cierto: el horno no está para bollos, pero las diferencias entre las proyecciones de cada uno de esos adivinos –que son muchos– en ocasiones resultan abismales entre sí.

Nadie duda de que el balance económico de 2020 no será agradable, pero donde no hay duda es que el negocio de las trasnacionales bancarias instaladas en México –que del país han hecho su paraíso– se mantendrá boyante.

Con crisis o sin ella, a lo largo de las últimas dos décadas, cuando menos, las utilidades netas (libres de polvo y paja) de la banca que opera en el país han crecido como la espuma, y aún en años muy complicados su caja registradora no ha dejado de tintinar.

Por ejemplo, del año 2000 al cierre del sexenio de Enrique Peña Nieto las utilidades netas acumuladas por la banca sumaron más de un billón 300 mil millones de pesos (más de la mitad concentrada en BBVA-Bancomer y Citibanamex), y en el transcurso del gobierno de la 4T (2019 y el primer cuatrimestre de 2020) rebasaron 200 mil millones de pesos. Ello, mientras los mexicanos no dejan de pagar por los destrozos del Fobaproa.

Lo anterior viene a colación porque ayer la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) divulgó su reporte financiero de la banca privada, correspondiente al cierre del primer cuatrimestre de 2020, en el que subraya que en ese periodo sus ganancias netas acumularon 39 mil millones de pesos, 29.1 por ciento menos respecto de igual periodo de 2019. Nada mal para una economía en picada, como recurrentemente lo pronostican sus videntes.

De acuerdo con la información de la CNBV, en estos tiempos de pandemia la banca que opera en el país (primer cuatrimestre de 2020) se embolsó 325 millones de pesos diarios (incluidos sábados, domingos, días festivos y quédate en casa) en utilidades netas, mientras –en el mismo lapso– otras empresas (esas sí productivas, especialmente medianas y pequeñas) sudaron la gota gorda para mantenerse en pie, en la medida de lo posible, y no todas lo lograron.

No es novedad decir que los banqueros se enriquecen, y de qué forma, con el dinero ajeno, mientras la mayoría de los verdaderos propietarios de esos recursos la ven negra para sobrevivir en tiempos de crisis, sea esta financiera, por pandemia o ambas.

En la sacudida financiera de 2009 –aderezada con la pandemia de la influenza–, año en el que la economía se desplomó 6.5 por ciento, las instituciones bancarias que operan en el país se embolsaron alrededor de 170 millones de pesos diarios en utilidades netas, algo así como la mitad de lo que registran ahora en plena crisis económica y de coronavirus. Ninguno de los barones del dinero se puede quejar de que la vida los ha tratado mal.

Y como bien apunta La Jornada (Julio Gutiérrez), “las cifras –de la banca– al mes de abril ya incluyen los efectos que ha ocasionado la pandemia de Covid-19 a la economía en general y todo lo relacionado con las medidas de confinamiento por parte de la autoridad sanitaria”.

Entonces, ahora reportan utilidades reales menores a las originalmente estimadas, sí, pero no tienen pérdida, es decir, lo contrario a lo que sucede en otras empresas, que sí pierden y corren el riesgo de desaparecer. Pero los banqueros se dan el lujo de presumir que ellos no son parte del problema, sino de la solución (para dar una idea de qué tamaño es la solución que cacarean, favor de consultar el México SA del 21 de mayo de 2020).

Las rebanadas del pastel

Lo dijo en la mañanera de ayer, pero el destinatario es el facineroso de Jalisco: No estoy acostumbrado a tirar la piedra y esconder la mano, no soy hipócrita, eso tiene que ver con los conservadores, porque su doctrina es la hipocresía. El mío no es un gobierno autoritario, pero los conservadores son muy autoritarios y corruptos, hipócritas.