Opinión
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Dinero

Se impone el home office en la crisis // Despidos, recortes de sueldo, cierre de empresas // El nuevo panorama de la vida laboral

Los de abajo

No paran los megaproyectos por Covid-19

Enrique Galván Ochoa
Gloria Muñoz Ramírez
Infancia y sociedad

Frases como puños

México SA

México: 50 años en crisis // Medio siglo a la deriva

Andrea Bárcena
Carlos Fernández-Vega
Coronavirus, catástrofe para migrantes
E

stá demostrado que los desastres naturales, inevitables en sí mismos, se convierten en catástrofes sociales debido a las grandes desigualdades sociales y al desmantelamiento de la capacidad de respuesta del Estado, ambos fenómenos resultado directo de la lógica con que opera el sistema económico vigente. Así, fenómenos como sismos, huracanes, inundaciones o sequías, tienen efectos particularmente devastadores sobre los sectores de la población que ya se encontraban en una situación de vulnerabilidad, y no es distinto lo que ocurre durante la crisis sanitaria causada por la enfermedad Covid-19.

El Correo Ilustrado

Piden compromiso de los empresarios contra la salida de divisas

M

éxico no es ajeno a la crisis económica del capitalismo detonada por el Covid-19. Los saldos del neoliberalismo aparecen en las finanzas públicas, el endeudamiento, la desarticulación del aparato productivo, la baja inversión privada, la dependencia de la economía de Estados Unidos y la precarización de las instituciones de salud pública.

Pandemia
Indígenas urbanos y la contingencia
E

n la actualidad la presencia de indígenas en diversas ciudades de México se ha venido a convertir en una realidad inocultable. La Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, las ciudades/frontera y en pasadas fechas los sitios turísticos del país, se encuentran entre los lugares de destino para miles de indígenas. Es justamente con la residencia de indígenas en contextos urbanos, como podemos observar que la migración indígena no sólo se ha venido a convertir en una vía para acceder a una fuente potencial de recursos o para mejorar las condiciones de vida, el fenómeno también muestra como a la migración debemos sumar el despojo de tierras y la violencia que azota a las comunidades de origen, todos los cuales son los motores que generan los cambios más drásticos en la distribución contemporánea de la población indígena. Para el caso de la ciudad de Guadalajara la presencia de indígenas se ha incrementado considerablemente. Los números así los reflejan. Por ejemplo, el 28 noviembre de 2015 en el Diario Oficial del Estado se publicó el Padrón inicial de localidades y comunidades indígenas de Jalisco, ahí se reportó que el total de indígenas en el estado ascendía a 68 mil 317 personas. Más allá de la exactitud de las cifras, existe un dato revelador: en Jalisco los indígenas vivimos mayoritariamente en la ciudad, pues del total reportado, resulta que 44 mil 727 vive en la urbe. Es decir, más de la mitad de la población indígena no vive en el contexto rural. En cinco años, sin duda los números se incrementaron.

El agave tequilana y la pandemia
N

o voy a cometer la grosería de aprovechar la generosidad de quienes me proporcionan gentilmente este espacio para dar una receta más para combatir el maldito virus que se ha puesto de moda. De hecho, ni siquiera lo voy a mencionar pues ya estamos hasta el gorro de oír hablar de él.

Fortino Domínguez Rueda*
José M. Murià
Invisibles entre los vulnerables
S

e les ha invisibilizado siempre. Sin embargo, el número de personas jornaleras agrícolas y sus familias llega a representar casi 5 por ciento de la población nacional, más que la de un buen número de estados de la República. Cuando menos la cuarta parte de ellas son indígenas. Y vaya que su trabajo es esencial: gran parte de la actividad productora de los alimentos que llegan a nuestra mesa depende de ellas, así como la exportación de hortalizas, importante fuente de divisas.

El poder del conocimiento
L

os momentos críticos de la vida social aceleran con enorme fuerza los flujos, avenidas, ríos y arroyos del conocimiento y, por supuesto de su componente inseparable, la emoción. No hay un sólo momento clave, un punto de inflexión en la historia de sociedades e instituciones, que carezca de fuertes corrientes de conocimiento y emociones desbordadas. Las mismas que, soliviantadas por acontecimientos naturales, sociales o políticos, interactúan con gran fuerza, se potencian recíprocamente y transforman su alrededor. Como el movimiento nacional que llevó al proceso electoral de 2018 y a López Obrador a la Presidencia; en otra escala, el reciente (y latente) movimiento estudiantil-feminista, y el largo y cruento movimiento magisterial 2012-2018 que zarandeó buena parte de la Constitución de Peña Nieto. En todos esos momentos, la emoción del movimiento obliga a la naturaleza humana colectiva a una intensa actividad: explosión de redes sociales, artículos, conferencias, foros, reflexiones personales y en grupos; ensayos, pronunciamientos, asambleas, movilizaciones y plantones, reflexiones, propuestas, ocupación de escuelas y universidades. Son experiencias de emoción-conocimiento que calan profundamente porque residen en la subjetividad y espacio cognitivo que constituye a cada individuo y grupo. Toda una generación transformó mucho del país e instituciones a partir del 68, por ejemplo, e hizo surgir universidades y sus organizaciones sindicales, una renovación educativa y un dinamismo político aún vigente.

Víctor M. Quintana S.*
Hugo Aboites*
Cuba y el coronavirus
U

na pregunta que en estos días de crisis, hombres y mujeres de todo el mundo nos hacemos se refiere a lo que Cuba, una nación pequeña, sitiada por la mayor potencia mundial, que le ha impedido por años recibir medicamentos, alimentos y otros insumos básicos, esté hoy dando un ejemplo de solidaridad a escala internacional, mandando brigadas médicas a países afectados por el nuevo coronavirus, sin importar que éstos cuenten con recursos económicos varias veces ma-yores a los suyos. Pero la ayuda no es sólo a estas naciones, sus brigadas médicas también han salido en auxilio de varios países hermanos de Latinoamérica que no cuentan con los recursos necesarios para enfrentar la epidemia.

Tecnología y militarización en tiempos del Covid-19
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odo el mundo, periodistas y analistas especialmente, escribe sobre la crisis del nuevo coronavirus haciendo analogías con la crisis económica de 2008. Pero hay que echar la mirada unos años más atrás para encontrar otro punto de referencia: la época posterio al 11S donde un shock a escala planetaria sirvió como excusa para el mayor recorte a las libertades civiles y políticas nunca antes visto, Patriot Act mediante.

Enrique Calderón Alzati*
Katu Arkonada
Celebra Bayer-Monsanto la ley de fomento del maíz nativo
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l 24 de marzo, en medio de la crisis por el Covid-19, se aprobó la llamada Ley federal para el fomento y la protección del maíz nativo, con el voto unánime de la Cámara de Senadores. Con tal título muchos habrán supuesto que sería una norma para detener el asalto de las empresas trasnacionales de transgénicos sobre las semillas, los pueblos indígenas y las comunidades campesinas. Lamentablemente, no es así. Más allá de la intención de sus promotoras esta disposición favorece intereses claves de las empresas que desde hace dos décadas quieren avanzar en el país con sus semillas transgénicas y otras de alta tecnología.

Dinero compra justicia en Medio Oriente
Foto
▲ Trabajadores rocían desinfectante como medida de precaución contra el coronavirus en Bagdad. Irak impuso toque de queda para combatir la pandemia. Foto Ap
Silvia Ribeiro *
Robert Fisk
Didier Raoult: chaleco amarillo
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l investigador francés Didier Raoult, microbiólogo de reputación mundial especializado en enfermedades infecciosas, se encuentra en el centro de una polémica desencadenada por la pandemia del nuevo coronavirus. Este científico propone un tratamiento a base de chloroquina, más precisamente hydroxichloroquine, producto que, según Raoult y el grupo de especialistas que lo secundan, podría curar las enfermedades contaminadas por el virus a condición de seguir sus instrucciones y aplicar el tratamiento al inicio de la enfermedad. Estos especialistas dan resultados en cifras que probarían la exactitud y la eficacia de su programa. Didier Raoult es director del Instituto Hospitalario-universitario en Enfermedades infecciosas de Marsella y laureado con el gran premio del Inserm (Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica) en 2010.

Vilma Fuentes