La proliferación de leche que no es de vaca, producto del procesamiento de semillas, frutas y edulcorantes en el mercado alimentario del país, se prohíbe una vez que la Cámara de Diputados modificó las leyes de Propiedad Industrial y Federal de Protección al Consumidor, debido a que esas fórmulas lácteas no contienen valor alimenticio.

En su definición, el órgano legislativo definió que se podrá sancionar a las compañías productoras con el retiro de publicidad, e incluso la cancelación del registro de sus marcas.

No más agua puerca

La reforma, que fue adicionada en la última sesión del tercer periodo ordinario de la 64 Legislatura, se aprobó con 433 votos de todas las bancadas y se turnó al Senado de la República. Al artículo 95 de la Ley de Propiedad Industrial se le agregó el siguiente contenido: “Al momento de solicitar el registro de una marca, así como al de su renovación, el interesado declarará bajo protesta de decir verdad que los productos o servicios que ofertará se encuentran libres de engaño o mala fe.

En caso de que las autoridades competentes determinen que dicho producto o servicio viola las disposiciones vigentes que le resulten aplicables, el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial podrá iniciar el procedimiento de declaración administrativa de nulidad del registro respectivo.

A esto se agregó la modificación al artículo 90 de la misma norma, para que no sean registrables como marca las frases, elementos de imagen, oraciones, avisos o nombres comerciales susceptibles de engañar al público o inducir al error.

En tribuna, para explicar que se trata de proteger a los consumidores, pero también a los productores nacionales, que ven mermados los precios frente a la competencia desleal que se da con la introducción de leche en polvo, el diputado Eduardo Ron (MC) subió a la tribuna con un vaso de leche. ¡A su salud!, expresó y tomó un trago. ¡No más engaños!, insistió.

Por su parte, Roque Luis Rabelo (Morena) celebró que, de ser avalada por el Senado, la reforma obligará a las grandes compañías a comprometerse, al momento de solicitar la renovación de sus registros, a que sus productos o servicios se encuentran libres de engaño o mala fe.

La medida, dijo el morenista, mejorará el precio del lácteo para los ganaderos mexicanos. “¡Vamos a dejar de tomar agua puerca! Nada de ‘leche’ de almendras y ¡hasta ‘leche’ de guayaba que se vende!”, adujo.

Ernesto Némer (PRI) refirió que el cambio busca dar certeza a los consumidores de productos lácteos sobre la forma de elaborarlos. También regula las acciones en esa industria, tales como el registro de la marca y el etiquetado. Además, establece la prohibición de tal registro a todo aquel texto, diálogo, sonido fonético, imagen o denominación que causen confusión al consumidor. Asimismo, da certeza de que el contenido del artículo tiene paridad con su elaboración y de esta forma se evita la información engañosa.

En particular, se requiere proteger al consumidor de aquellos productos que se oferten como leche y que no posean las fórmulas lácteas y los requerimientos mínimos que se regulan y describen en las normas oficiales de esta industria.