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Despachos de EU aplicaron los estudios

Detectan graves anomalías en avalúos realizados a Fertinal

Después de la compra, el valor del capital pasó de 293 millones de dólares a 15 millones

 
Periódico La Jornada
Viernes 21 de junio de 2019, p. 7

Dos despachos estadunidenses regidos por los mismos sistemas de contabilidad presentaron avalúos radicalmente opuestos sobre la empresa Fertinal adquirida por Petróleos Mexicanos (Pemex). Entre 2015 y 2017, antes y después de la compra, el valor del capital pasó de 293 millones a sólo 15 millones de dólares.

Entre el cierre de la operación y la primera auditoría a Fertinal, el costo de la compañía había caído 17 veces, pero Pemex pagó 209 millones de dólares por la empresa y fue considerada por esto una operación exitosa por la Secretaría de Hacienda, pues originalmente se había autorizado erogar hasta 635 millones de dólares.

En mayo de 2015, a petición de Pemex, la firma Price WhatherHouse Coopers (PwC) dictaminó que Fertinal pasaba por problemas de liquidez, era menos competitiva que sus similares, pero conservaba valor y era rentable. Ese fue uno de los documentos clave para autorizar su compra.

Sin embargo, en 2017, el despacho Ernst and Young (EY) tiró este espejismo con un estudio ordenado por José Antonio González Anaya tras asumir la dirección de Pemex.

El 26 de octubre de 2015, el consejo de administración aprobó estudiar la factibilidad de la compra. Édgar Torres, entonces director de Pemex Fertilizantes, vendió la idea sobre su pertinencia en la estrategia de producir, desde el gobierno, los fertilizantes para el agro nacional.

La firma PwC se encargó de elaborar la estimación del valor justo de mercado de Fertinal, ubicándolo entre 594 y 653 millones de dólares.

Pero en ese mismo reporte PwC prendió algunos focos rojos sobre la solvencia y liquidez de la empresa. Mencionó que en 2007 revaluó sus activos fijos para obtener un superávit de 461 millones de dólares y los revaluó de nuevo en 2010, 2011 y 2013 y consignó un superávit de 667 millones de dólares.

Indicaba: No es común que el valor de la maquinaria se revalúe varios años ya que no hay razones aparentes para que aumente el valor de esos activos. En caso de no reconocer la revaluación de activos, la compañía reportaría un capital negativo, lo cual seguramente afectaría su capacidad para solicitar créditos.

Ahí mismo, contrastaba las finanzas de Fertinal con sus similares internacionales, ubicándola muy por debajo en términos de resultados. Fertinal marcaba 51.1 de Ebitda (indicador financiero que mide la capacidad de una empresa para generar beneficios antes de deducir los gastos financieros), mientras empresas de Canadá, Estados Unidos, Australia, Arabia Saudita e Israel tenían como promedio, mil 434.

Con todo, el consejo de administración aprobó la adquisición y fijó el monto máximo a pagar en 635 millones de dólares, pero al final se concretó en 208 millones. En apariencia fue un buen negocio.

Pero los informes posteriores de EY y de la Auditoría Superior de la Federación han revelado lo contrario, y por ello hoy existen investigaciones judiciales para determinar si hubo corrupción en la compra, como se presume ocurrió también en la adquisición de Agronitrogenados, ambas durante la gestión de Emilio Lozoya Austin.

Según EY, la diferencia entre el valor de los activos de la empresa de 597 millones de dólares frente a sus pasivos de 582 millones, arrojaba un valor neto de 15 millones para el capital. Pemex asumió ambos conceptos y además pagó 209 millones de dólares por adquirir la planta, lo que derivó en un quebranto de 193 millones de dólares.

En su artículo 36, la ley vigente de Pemex indica que los consejeros no incurrirán, individualmente o en su conjunto, en responsabilidad, por los daños o perjuicios que llegaren a sufrir Pemex o alguna de sus empresas productivas subsidiarias o empresas filiales por actos u omisiones que ejecuten y las decisiones que adopten cuando, actuando de buena fe, decidan y voten en las sesiones del consejo, con base en información proporcionada por Pemex, sus empresas productivas subsidiarias, filiales, el auditor externo o los expertos independientes.