Madrid. El Barcelona volvió a convertir el césped del Santiago Bernabéu en el jardín de su casa después de ganar, 0-1, por segunda vez en menos de una semana a su eterno rival. Los catalanes acarician el título de la Liga de España, mientras los merengues quedaron desgarrados, sin posibilidad de pelear el torneo y tras ser eliminados en la Copa del Rey sólo mantienen aspiraciones en la Liga de Campeones.

El segundo asalto también se lo llevó el Barça. Bastó con un gol de Iván Rakitic (26) para que el equipo de Ernesto Valverde conquistase el feudo merengue por cuarta vez consecutiva en el certamen local.

El Barça se encuentra a 10 puntos del Atlético (2º), que el domingo juega con la Real Sociedad, y a 12 del Real Madrid (3º), que con esta derrota prácticamente se despide del campeonato.

Las victorias siempre refuerzan, más en el Bernabéu y más dos veces seguidas, pero no es una garantía de lo que vaya a ocurrir después. Te da cierta seguridad, afirmó Valverde.

Eliminados de Copa en el mismo escenario y ante el mismo oponente, La Liga parece una quimera para el sobrepasado técnico merengue Santiago Solari. No hay ideas ni argumentos que puedan girar el rumbo de un Madrid que volvió a salir magullado. Para colmo de los madridistas, hasta Piqué tuvo su momento de gloria en el tiempo de descanso con un gesto que calentó a la grada.

Al final, el futbol es goles, eficacia y no la tuvimos. Ellos fueron mucho más eficaces en esa faceta, reconoció el capitán merengue Sergio Ramos.

Todavía falta: Rakitic

Todo salió bien para un Barça que jugó con pausa y conscientes de que incluso haber perdido una batalla no les hubiera distanciado en demasía de su meta primordial, el título. Luis Suárez y Lionel Messi, quien fue el mejor del partido, avisaron en primera instancia a los de casa. Vinicius Júnior, por su parte, fue el único que sacó del sopor a los locales.

El brasileño lo intentó, pero sólo eso, porque de momento sigue peleado con la definición para discusión de unos y otros en este Madrid de entreguerras. Modric probó suerte con un remate de cabeza, pero el arquero Marc-André Ter Stegen ni se inquietó.

Fue entonces cuando el Barça encontró la rendija en la defensa del Real Madrid. Con Sergio Ramos desquiciado y Raphael Varane fuera de sitio, Sergi Roberto puso un pase a Rakitic y el croata no falló en el corazón del área. Primero controló con el exterior y acto seguido la picó por encima de Courtois.

El gol relajó a un Barcelona que encontró sus mejores combinaciones a partir de ese momento. Messi y Suárez fueron suficiente para controlar el envite hasta el descanso.

Antes de la conclusión de la primera parte llegó un momento de polémica y reclamos en una jugada en la que Lionel Messi recibió un golpe en el rostro del capitán merengue, Sergio Ramos, que no fue sancionada y provocó protestas de los visitantes.

En el complemento, Suárez perdonó en un mano a mano, mientras Messi se quedó cerca de marcar en el tiempo complementario. Los merengues sufrieron en el tramo final, ni la magia de Isco ni el ansia de Marco Asensio cambiaron la suerte del Real Madrid, que sigue sin saber hacia dónde se dirige.

Hemos dado un paso importante que era lo que queríamos, pero queda mucho. Esta noche a disfrutar mucho. Todavía falta bastante, dijo Rakitic.

Más temprano, el colista Huesca venció en casa 2-1 ante el Sevilla, en un duelo que estuvo marcado por varias intervenciones del VAR. El Alavés derrotó como visitante 2-1 a Villarreal para ubicarse en el cuarto peldaño y Español se impuso 3-1 a Valladolid.